La palabra arte tiene múltiples significados, definirla es tanto cuestión del diccionario como también de la interpretación de quien se aproxima a ella desde su particular punto de vista; por ello en esta columna, que se inaugura con la presente edición de La Nación, van a poder ver expresadas en palabras las visiones de los artistas desde distintas expresiones y manifestaciones, que no son solamente las que se consideran Bellas Artes como la pintura y la escultura. También las de los que se interesan en cuestiones relacionadas con el tema ya sean críticos, aficionados, coleccionistas, gestores culturales, historiadores, pero sin dejar de contar con los que aprecian el arte -de los que puede hacer parte usted, querido lector- que son los que hacen que no sea un campo cerrado, sino uno en el que junto al artista está el espectador como elemento fundamental en el juego que plantea el arte.
Estaré encargado de coordinar esta breve columna semanal a la que invitaré a expertos a escribir en solo 450 palabras sus apreciaciones, anécdotas, críticas o lo que considere digno de ser compartido con los lectores de La Nación en esta su nueva etapa. Quiero invitar a los lectores de este diario a que se animen a dar sus puntos de vista; con lo que lograremos hacer un conjunto de artículos que abrirá la mirada sobre lo que para algunos es un oscuro camino como para otros es un complemento a la existencia.
Mi oficio es principalmente el de pintor. Soy arquitecto de formación, junto a colegas fundé el primer espacio alternativo de arte en Colombia, Gaula, y con un periodista creamos Espacio Vacío. Por otra parte, fui propietario y director de un proyecto artístico, MUNDO, que contaba con una revista que editó cuarenta números. Hago este breve repaso de algunas de mis labores, como antecedentes, para justificar la tarea que se me ha encomendado.
Me faltó mencionar los ocho años continuos en los que he escrito una columna semanal en el diario digital KienyKe ocupándome principalmente en temas políticos, pero también en los concernientes al arte, como fueron los veintiséis artículos que escribí sobre la escultura de Rómulo Rozo, La Bachué, desde la perspectiva abierta por el calco que realicé de esta obra, haciendo ver el lado oscuro de la que se ha convertido en la pieza artística colombiana con mayor contenido conceptual, aparte de su controvertida historia llena de misterio, seducción y engaño.
Esta es mi carta de presentación y carlos.salas.silva@hotmail.com es mi correo al que pueden escribirme con sus comentarios a los artículos que saldrán los martes y, si se animan, pueden enviar sus colaboraciones que si lo ameritan, según mi criterio de editor, serán agendadas para su publicación.