Hablemos de… El tenedor y su importancia en la mesa

Feliz viernes, mis queridos anfitriones. Hoy vamos a hablar del tenedor, uno de los elementos de mesa que está presente en nuestro día a día y en los eventos más importantes de nuestra vida.

 

María Paola Mejía

@lamesademariap

 

A diario nos sentamos a la mesa, servimos nuestro plato y lo comemos con ayuda de los cubiertos en un acto normal y cotidiano al que tal vez no le prestamos mucha atención. Pero, alguna vez se han preguntado ¿por qué utilizamos el tenedor? o ¿De dónde surge la costumbre de comer con él?

El tenedor es quizás uno de los elementos de mesa más extraordinarios, ¿por qué? Muy sencillo, porque su lugar en la mesa fue ganado a pulso y no fue tarea fácil.

El tenedor, como elemento, existe desde la antigua Grecia; su relación con figuras mitológicas como Poseidón es ampliamente conocida, sin embargo, su primera aparición en las mesas y como objeto para consumir alimentos se da en el siglo XI, de la mano de Teodora, la hija del emperador Bizantino, Constantino Ducas, quien, al contraer matrimonio con el Dux de Venecia, trae la costumbre de comer con el tenedor, procurando desterrar la manera tradicional de llevar los alimentos a la boca con la mano.

Desde este punto ya observamos cómo un elemento tan cotidiano hoy en día, sugirió todo un cambio en las costumbres europeas, y fue tanto su impacto, que sus detractores no se hicieron esperar.

Así es, el tenedor llegó a la mesa con más odios que amores, la gente de la época no lo veía con buenos ojos, pensaban que era complicado de utilizar, incluso, la Santa Iglesia Católica lo consideró un “elemento demoniaco”. Esto mermó el uso del tenedor, casi que disipándolo hasta la época del renacimiento, en la cual ya su uso se hizo más conocido y normal, llevándolo a tener un puesto infaltable en la mesa de hoy.

Habiendo ya conocido la historia de cómo el tenedor logra su lugar en la mesa, es ahora importante abordar su gran relevancia al momento de comer y compartir una cena o almuerzo con más personas. Este es un elemento que debe utilizarse con delicadeza y compostura, porque un mal uso puede llevarnos a pasar por maleducados e infringir normas básicas del protocolo; señalar con el tenedor, moverlo en la mano mientras se habla o agarrarlo de una manera inadecuada, son algunos de los ejemplos con los que comúnmente nos encontramos.

El tenedor siempre se ubica al lado izquierdo del plato y por lo general con la concavidad hacia arriba (salvo algunas excepciones, pero ese tema lo dejaremos para otra ocasión). Este cubierto será el encargado de llevar la comida sólida a nuestra boca, así que utilizarlo de manera adecuada determinará la manera en la que comemos.

El tenedor se utiliza para pinchar o recoger alimentos, así como de soporte para el cuchillo al momento de cortar. Si se usa solo, siempre lo tomaremos con la mano derecha, pero si se usa junto al cuchillo, va en la mano izquierda.

Es importante tener una cultura de uso de los cubiertos y esta misma inculcársela a nuestros hijos; en occidente no comemos con las manos, así que saber usar bien el tenedor es fundamental a lo largo de la vida.

Es fascinante cómo un elemento tan común para todos tiene una historia tan extraordinaria. Hoy podemos agradecer a todas esas personas que promulgaron su uso para que se normalizara comer con este y dejar de utilizar las manos.

Ya para terminar, no olviden que tener presente la etiqueta y el protocolo en nuestro día a día, es algo que nos hará crecer como personas y asegurará que la imagen que proyectamos frente a otros siempre sea la mejor.

 

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