El país presenció el fin de semana pasado un espectáculo, harto ridículo, en el corregimiento El Plateado, del municipio de Argelia (Cauca), por lo que muchos se preguntan si empezó la celebración del 31 de octubre. Obviamente no me refiero a ‘Perseo’, el operativo ejecutado por tropas mixtas de la Fuerza Pública que retomó el territorio de El Plateado de manos de las FARC (que, por si acaso, no están extintas). Pues, el cese de las labores de erradicación de cultivos ilegales explica el dominio que de los territorios tienen los grupos armados ilegales en Colombia.
En honor a la verdad, el espectáculo en referencia es propio del gobierno. Después de que el país presenciase las primeras etapas de ejecución de ‘Perseo’, llegaron de paseo a El Plateado, cual expedición escolar, algunos ministros, viceministros y directores de departamentos administrativos.
El asunto es que todos estos exploradores iban disfrazados para la ocasión. Caracterizaban comandos aguerridos, embebidos de mística, adornados con cascos tácticos y chalecos antibala que intentaban, infructuosamente, esconder las atléticas complexiones de valerosos miembros del gobierno como Iván Velásquez, Mauricio Lizcano, y Guillermo Jaramillo, entre otros.
Para muchos colombianos, este disfraz fue más que ridículo y ofensivo, ya que, personajes como Carlos Carrillo (actualmente director de la UNGRD) o Daniela Gómez (hoy viceministra de defensa), solo por mencionar algunos, en su pasado cercano fueron virulentos enemigos de la Fuerza Pública. Pero claro, la ocasión era inmejorable para obtener fotos que causaran varios “me gusta” en la frenética dinámica de las redes sociales. Supongo que hasta Verónica Alcocer hubiese querido aprovechar la escenografía, sin embargo, desde el paseo de Petro a Panamá, parece que ese numerito teatral fue retirado de la cartelera de espectáculos de Casa Nariño.
Con certeza, muchos lectores podrán preguntarse por los otros disfraces que se portan en este gobierno, sólo que, en El Plateado, quedaron más expuestos por cuenta del exceso de su vanidad. Y es que, en esta “administración”, que podría ser algo así como “La feria de los disfraces”, recordando la divertida novela de W. Thackeray, casi todo el mundo anda con algún disfraz, y preso de muchas pasiones. Es el caso de los ministros de defensa y educación que lucen como expertos de su sector, engalanados, a su juicio, con la suficiente capacidad moral para ejercer el liderazgo de sus carteras. Pero también podemos mencionar el disfraz de justiciera que lleva Francia Márquez, mientras se regocija entre las mieles de su incapacidad para gestionar el Ministerio de Igualdad y Equidad. Ni que decir del disfraz de Sarabia de “experta en todo”, que deja más preguntas que respuestas, sobre quien la ha encumbrado a tales alturas.
Pero claro, ¿qué podemos esperar de un gobierno en el que, su líder máximo, otrora miembro de la guerrilla del M-19, hoy intenta lucir el disfraz de demócrata liberal con aires de intelectual incomprendido? La buena noticia, para quienes gustan del Halloween, es que la fiesta disfraces continuará hasta agosto de 2026, y no sólo en El Plateado.