Demostró que tiene más pantalones que cualquiera en el Huila y, contrario a otros políticos de la región que huyen por las alcantarillas, Cielo González respetó a la justicia, acató la decisión en su contra y paga una pena que podría cambiar a su favor en un nuevo fallo, según sus abogados. La exgobernadora jamás pensó en huir. Al contrario, firme como la conocen sus electores, respetó a la Corte Suprema e hizo lo que le pidieron al pie de la letra.
El exalcalde de Neiva Héctor Aníbal Ramírez, hizo lo opuesto, escapó a la orden judicial de tenerlo tras las rejas y hoy huye del cerco de las autoridades que, a lo mejor, se cansaron de perseguirlo y lo dejaron quieto temporalmente. Fue condenado por la Juez Penal del Circuito de la capital del Huila a una pena de 10 años por una celebración indebida de contratos donde se vieron involucrados millonarios recursos para el Parque Isla, un elefante blanco al otro lado del río Magdalena que solo dejó frustraciones y recursos enterrados ante la mirada cómplice de los neivanos.
La decisión de enviarlo a la cárcel se dio en el 2022. Y si hubiera acatado la orden, ya tendría dos años ganados y con otros tantos y un buen comportamiento, posiblemente hubiera quedado en libertad provisional. Prefirió esconderse -algunos dicen que en San Luis, su corregimiento, aunque no creo que sea tan torpe-, esperando que le resuelvan judicialmente próximas instancias. Lo más probable es que no corra con suerte. Si algo molesta a quienes imparten justicia es que se burlen de ella. Debió ser humilde y comprender que desde el momento en que se gobierna, se expuso a la mirada con lupa de los organismos de investigación. Eso sí, Ramírez sigue con redes sociales y hasta Whatsapp y nada ocurre. Acaso, ¿vivirá escondido el resto de su vida? ¿No cree que el tiempo pasa, puede pagar y quedar libre? Entiendo que la cárcel no es el mejor vividero y no se le desea a nadie, pero tampoco es vida esconderse las 24 horas del día.
Por su parte, el exalcalde de Palermo, Elbert Yesid Pinzón, está prófugo de la Justicia desde 2022, apenas conoció que una Juez lo condenó a 24 años de prisión por peculado por apropiación en favor de terceros y contrato sin cumplimiento de requisitos legales. Era diputado y estaba en Cartagena en un encuentro político cuando desapareció. Se lo tragó la tierra. Sus negocios, finca en Palermo, y ganadería quedaron en manos de su esposa, la exdirectora del ICBF, Marta Medina, quien hoy está consumada cuidando lo que le quedó a su pareja desde la distancia.
La historia más taquillera de burla judicial es la de Armando Ariza, exdirector de Comfamiliar del Huila. Pasó de amasar millonarios recursos en la entidad a huir de las autoridades. Hoy varios fallos han salido a su favor, pero siguen pendientes algunos. Dicen fuentes cercanas a él que se esconde muy lejos de Colombia. Solo ellos lo saben. Todos también deberían aprenderle al exalcalde Pedro Suárez, quien estuvo cuatro meses preso en 2017 por el escándalo del estadio Plazas Alcid.
Nota uno: Me dicen que el alcalde de Neiva, Germán Casagua, sorprendería al Concejo con un endeudamiento no de 30.000 millones sino de 80.000. Tendría que justificarlo muy bien. También buscaría, con varios proyectos, pignorar vigencias futuras.