Cándido Leguízamo: otro aniversario de su gesta contra el Perú
El próximo martes 14 de enero, se cumplirán 81 años de un momento histórico que para Neiva resulta inolvidable: ese día llegaron a Manaos, Brasil, las tropas colombianas que se enfrentarían a soldados de Perú, que se habían apoderado de la ciudad de Leticia.
En el grupo de militares colombianos, estaba un grupo destacado procedente de Neiva, ciudad que era considerada el punto más próximo al Amazonas colombiano y a la frontera con Perú y Brasil. Dentro de ese grupo, estaba Gerardo Cándido Leguízamo Bonilla.
Cuando Perú entró a Leticia, hubo una reacción nacional inmediata contra la ocupación. “El Batallón Bárbula No.19 con sede en Neiva fue el primero en dirigirse hacia la frontera, con sus soldados y con el numeroso grupo de reservistas que atendiendo el llamado de la patria herida, se presentó para su incorporación, habiendo marchado todos hacia la línea de fuego, con el pecho henchido de patriotismo”, nos relata la Secretaría de Cultura y Turismo de Neiva.
Hubo varios enfrentamientos bélicos en la zona de frontera, como nos explica el mismo relato, que ocurrieron días después: “El 29 de enero de 1933, en el sitio de Pubenza, se presentó una refriega entre varios miembros de las fuerzas contendientes, en la cual el soldado Cándido Leguízamo, al atravesar el río Putumayo con dos compañeros más, en intrépida acción, resultó con su cadera despedazada y el hombro roto por las balas peruanas”.
Las lesiones que Cándido Leguízamo sufrió fueron muy graves, y finalmente, a pesar de haber sido llevado hasta Bogotá (ya podrá imaginar, amable lector, las condiciones de un viaje en esa época), nuestro héroe falleció. Tenía 22 años de edad.
Homenaje
El monumento a Cándido Leguízamo en el cementerio central de Neiva.
En su memoria, en la entrada principal del cementerio central de Neiva, se levantó un monumento, en cuyo epitafio se puede leer: “Héroe y mártir huilense en el conflicto colombo-peruano”.
El monumento es una plataforma sobre la cual reposan un casco y un fusil, acompañado de un mural y, sobre este, cinco banderas izadas. El mural se puede leer de manera secuencial, y con el que se busca conmemorar el valor del joven soldado, símbolo de la participación del Huila en el conflicto.
Además de este recordatorio, un barrio del norte de Neiva fue bautizado con su nombre, y una población de Putumayo, el puerto de Caucayá, fue rebautizado con el nombre de Puerto Leguízamo.
Imágenes del conflicto con el Perú.