Con un conversatorio sobre la vida y obra de Jorge Villamil y Rafael Escalona, realizado en el Liceo de Santa Librada de Neiva Con un conversatorio sobre la vida y obra de Jorge Villamil y Rafael Escalona, realizado en el Liceo de Santa Librada de Neiva, se hizo un homenaje a los dos grandes maestros de la música colombiana. Luz María Zambrano de Escalona, viuda del cantautor vallenato y Vicente Silva, biógrafo de Villamil, disertaron frente a un auditorio académico sobre el legado histórico y musical dejado por los artistas. MARIO PORTILLO LA NACIÓN, NEIVA Temas como ‘La casa en el aire’ de Rafael Escalona y ‘Espumas’ de Jorge Villamil, acompañaron el conversatorio realizado sobre la vida y obra de los dos grandes cantautores de la música colombiana. Cientos de jóvenes del Liceo de Santa Librada de Neiva, escucharon atentas la disertación realizada por Luz María Zambrano de Escalona, viuda del cantautor vallenato y Vicente Silva, biógrafo de Villamil. La jornada fue realizada por las fundaciones Jorge Villamil Cordovez y Tierra de Promisión, como aporte a la celebración de los 400 años de Neiva y la realización de la XIII Bienal Nacional y I Internacional de Novela José Eustasio Rivera. En la actividad que llevó por nombre ‘Conversatorio sobre los Maestros de la Música Colombiana Jorge Villamil y Rafael Escalona’, se resaltó la importancia del legado dejado por los artistas y la pertinencia de divulgarlo en distintos escenarios. “La preocupación del maestro Escalona en vida y de ahí su fundación, era que su obra fuera perenne y que la conocieran en todo el mundo. Hoy tenemos la dicha de que es conocida a nivel internacional y si uno va a cualquier país del mundo, la escucha”. “Por eso la importancia de difundir la obra de artistas como Escalona y Villamil en todos los escenarios, y visitar los colegios es relevante en esta tarea, porque los jóvenes deben conocer y aprender el legado dejado por esos maestros”, expresó Luz María Zambrano de Escalona, viuda del cantautor vallenato. Asimismo, se destacó la importancia del aporte de las obras de Villamil y Escalona, a la preservación de la historia de los pueblos a través de la oralidad y la música. “Es acertado que se esté sembrando en estas nuevas generaciones este gusto y esta pasión por la música folclórica, porque es muy bueno y respetable que a los jóvenes les guste el reggaetón, el rap, el pop, estos géneros que los cautivan, pero no se puede dejar de lado lo primigenio, lo nuestro, la música de nuestros juglares”. “Cantautores que por medio de sus músicas ayudaron a rescatar y mantener viva la memoria, así como la tradición oral y que además propendieron por la autocrítica a la idiosincrasia de los pueblos, eternizando anécdotas como ‘La custodia de Badillo’ y ‘El embajador de la India’”, indicó Vicente Silva, biógrafo de Villamil. Estrecha relación En cada intervención, el auditorio conoció incidencias de los dos músicos y la estrecha relación que los unió en todos los ámbitos. “Villamil y Escalona tenían muchas afinidades; empezando el Huila y el Cesar son tierras parecidas, son calientes, están marcadas por el río, son tierras de agricultores e históricamente y hasta hoy, golpeadas por la violencia”. “Los dos tuvieron que irse a Bogotá a buscar futuro y desde la capital proyectaron a sus tierras. Las proyectaron tanto que Villamil ayudó a crear con Inés García de Durán, el Festival del Bambuco y Escalona con Consuelo Araujo y el ex presidente López, ayudó a crear el Festival de la Leyenda Vallenata”, comentó Silva. Asimismo, se escucharon detalles sobre la forma en que cada artista retrató su tierra y los apodos, que de cariño se decían mutuamente. “Ambos eran magníficos cronistas y retrataron en su obra cada una de sus latitudes y sus gentes. Si uno coge cualquier escrito de Villamil, ahí encuentra al Huila y lo mismo pasa con Escalona, él también retrató la sociedad, las costumbres y vivencias del Cesar y de buena parte del Caribe Colombiano. Villamil y Escalona eran geminianos, eran compadres. Escalona llamaba a Villamil ‘El Bigotón’ y Villamil le decía ‘Rascalona’, por su gusto por el ron”, agregó el biógrafo de Villamil. De la misma forma, Luz María Zambrano de Escalona resaltó la lucha que en vida compartieron los cantautores en cabeza de Sayco y Acinpro. “Inevitablemente hay que mencionar su lucha compartida en defensa de los derechos de autor, para que los compositores puedan vivir de sus obras y sus creaciones. Ambos fueron presidentes de Sayco y Acinpro y aportaron al crecimiento de esa sociedad de autores. Aunque hay que mencionar que los dos terminaron terriblemente decepcionados por los malos manejos de Sayco en los últimos años”, comentó la mujer. Perfiles En el conversatorio, los asistentes también escucharon las similitudes en los perfiles de los artistas y la universalidad de sus obras. “Tanto a Villamil como a Escalona se les puede encontrar perfiles románticos, bromistas, sentimentales, fueron hombres de mil perfiles. Hay canciones muy tristes de Escalona como ‘Jaime Molina’, pero hay otra como ‘La casa en el aire’, que es toda una alegoría y que se asemeja a ‘Los guaduales’. Uno colocó una casa en el aire y el otro puso unos guaduales a llorar; eran personas que sin ser literatos e incluso músicos, crearon obras formidables a partir de la imaginación”. “A pesar que fueron hombres que cantaron desde la provincia y la describieron y la mostraron, su música era universal, no se quedó únicamente en Valledupar y en Neiva. A Escalona lo interpretó Paloma San Basilio, Julio Iglesias, Juan Luis Guerra; a Villamil lo interpretó Vicente Fernández, Javier Solís, Soraya, Garzón y Collazos. Entonces como decía el mismo maestro Villamil, ellos fueron gente que se salieron del forro y se proyectaron más allá y desde esa cumbre artística ayudaron a proyectar sus regiones”, finalizó Vicente Silva. Fotos Sergio Reyes 
Cientos de jóvenes del Liceo de Santa Librada de Neiva escucharon atentas el conversatorio acerca de la vida y obra de Jorge Villamil y Rafael Escalona. 
Jorge Ríos, Vicente Silva, Félix Lozada, Gabriel Calderón y Luz María Zambrano de Escalona.
