Un estudio publicado por la revista Biomédica del Instituto Nacional de Salud ubicó al departamento entre los 13 territorios del país con el más bajo desempeño en la vigilancia del covid-19 en los primeros seis meses de la pandemia. ¿Qué está fallando?
El ranking de desempeño de vigilancia en salud pública de las entidades territoriales, durante los primeros seis meses de la pandemia, no dejó bien parado al Huila. El departamento obtuvo una baja calificación en este análisis elaborado por expertos y publicado en la revista Biomédica del Instituto Nacional de Salud.
El estudio se enfocó en la calidad de los datos de cada entidad territorial reportados en los sistemas de Vigilancia en Salud Pública (VSP), para lo cual se analizaron los casos acumulados y la tasa de letalidad de cada departamento, así como la contención de la pandemia en las regiones, tras la flexibilización del confinamiento.
Luego de este análisis realizado por cuatro reconocidos investigadores del país, se concluyó que Antioquia, Tolima, Bogotá, Nariño y Valle del Cauca tuvieron los mejores desempeños en la calidad de datos en los sistemas de VSP.
El estudio además demostró, que Antioquia, Nariño y Tolima desempeñaron una buena contención y una adecuada vigilancia en salud pública posterior a la apertura económica iniciada el 1 de junio.
Entre tanto, Cauca, Cesar, La Guajira y Norte de Santander, registraron unos niveles intermedios de desempeño, tanto en la calidad de datos suministrados como en contención, tras la reactivación.
En contraste, los 24 departamentos restantes, obtuvieron un desempeño bajo en los indicadores mencionados. El Huila se ubicó entre los 13 territorios del país con la peor calificación en la vigilancia del covid-19 en los primeros seis meses de la pandemia.
No es una tarea fácil evaluar el desempeño de cada departamento y existen múltiples metodologías. Pero esto grupo usó un método (ley de Benford) aplicado para detectar fraudes electorales y financieros en el que se evalúa la calidad de los datos. En epidemiología esta estrategia ha permitido antes evaluar datos de epidemias como la del Zika y dengue.
Los investigadores advirtieron que la vigilancia en salud pública junto a unas buenas decisiones sanitarias, son fundamentales para el manejo adecuado de la pandemia de SARS-CoV-2.
¿Qué falló en la vigilancia?
El epidemiólogo neivano, Arnoldo Salcedo Córdoba, explicó que este estudio realizado por importantes investigadores colombianos se elaboró analizando, en cada departamento, las cifras iniciales de contagio y los casos esperados en semanas y meses posteriores, “donde observaron un comportamiento irregular respecto a las proyecciones, establecieron que hubo un inadecuado seguimiento”.
Agregó que, para el caso del departamento, la vigilancia epidemiológica presentó unas dificultades iniciales “que corresponden a la manera en que se identificaron los primeros casos, lo cual estuvo muy ligado a las limitaciones que existían en ese momento con la red de apoyo diagnóstico en diferentes tareas, como la toma de muestras. En definitiva, sí hubo un muy pobre seguimiento y una muy pobre respuesta por parte de las entidades territoriales, porque desde el inicio de la pandemia existió esa discusión, frente a quien le correspondía la responsabilidad del seguimiento de pacientes”.
Salcedo Córdoba complementó, que “el no hacer el cerco epidemiológico de manera efectiva desde el inicio, se vio reflejado en un aumento de contagios más allá de lo esperado, y, en consecuencia, es lo que se está reportando en este estudio, como un bajo desempeño. No es aceptable que se mantenga en ese mismo rendimiento durante todos los seis meses”, precisó.
Secretario responde al estudio
El secretario de Salud del Huila, Cesar Alberto Polanía Silva, le salió al paso a los resultados de este informe, el cual indica que el departamento registró una baja calificación en la vigilancia del covid-19 en los primeros seis meses de la pandemia.
El funcionario aseguró que el estudio se queda corto en las variables analizadas para medir la vigilancia en salud pública. “Solo tomaron el dato de letalidad, pero hay otros indicadores que se van a empezar a medir ahora como: rastreo, seguimiento efectivo al aislamiento de los positivos y sus contactos, así como la sensibilidad sobre las pruebas que se están tomando”.
Polanía Silva complementó que, el departamento sí realizó una buena contención desde el inicio de la pandemia. “Lo hicimos retrasando la curva para mejorar y preparar los servicios de salud, situación no ocurrida en los departamentos y distritos donde el crecimiento fue acelerado y desbordó la capacidad instalada inicialmente”.
Aumenta positividad en Huila
Mientras estudios nacionales advierten sobre el bajo desempeño en la vigilancia de la pandemia, aumenta la positividad del covid-19 en regiones como el Huila.
En su más reciente informe la Secretaría de Salud Departamental informó que la probabilidad de enfermar por covid-19 en el departamento aumentó durante la semana epidemiológica pasada, en un 12% comparado con la semana inmediatamente anterior, alcanzando una tasa de incidencia de 1131,2 casos por cada 100.000 habitantes, donde los municipios de Neiva, Pitalito, Gigante y Campoalegre continúan registrando las tasas más altas de incidencia.
El informe de la Secresalud además reveló, que el 44% de los conglomerados en el departamento lo generan las empresas, aumentando el riesgo de exposición a la infección en este entorno laboral con atención al público; sin embargo, la tasa más alta de positividad se presenta en los centros de protección.
“En promedio los conglomerados están generando 569 contactos con una alta dispersión (σ ± 560 casos), donde el 50% de los conglomerados generan 258 casos o menos (Q2), lo que indica que se debe continuar en el fortalecimiento de las medidas de protección personal, el distanciamiento físico, social y laboral, aumento de la frecuencia del lavado de manos, el aislamiento selectivo y sostenible con articulación de todas las instituciones sectoriales e intersectoriales del departamento”, indica.