El Concejo de Neiva invitó a los parlamentarios del Huila (Senado y Cámara) a reunirse con esta corporación para examinar temas álgidos en el desarrollo de la ciudad como la seguridad ciudadana, la educación, la salud y otros. Nuestros congresistas asistieron gustosos a esta invitación y de allí resultaron propuestas como aquella de realizar periódicamente (cada seis meses) una reunión de seguimiento para evaluar la ejecución de los planes de desarrollo que tienen que ver con el progreso de la ciudad y el departamento.
Este gesto de madurez política tanto del Concejo como de nuestros congresistas, me ha llevado a insistir en una propuesta que anteriormente ya he formulado en otros artículos. Se trata de impulsar proyectos estratégicos esenciales para el desarrollo del Huila y que todas las fuerzas políticas (derecha, centro e izquierda) como económicas (empresarios y trabajadores de todo tipo) deberíamos priorizar porque a todos va a beneficiar.
Entre esos proyectos esenciales me refiero a aquellos que nos garantizarán la seguridad energética como el de paneles solares en el desierto de la Tatacoa y los de microcentrales hidráulicas sin necesidad de represas, en la abundante red de ríos y quebradas que bajan al Magdalena desde las cordilleras Central y Oriental. En la reciente visita del presidente Petro al Huila le pidió a la gerente de la Electrificadora, trabajar en este sentido.
Los de seguridad alimentaria, unidos a Reforma Agraria con distritos de riego que permitan llevar agua a más de 50.000 hectáreas en las que haríamos propietarios a unos 6.000 jornaleros huilenses que medio subsisten en trabajos estacionales rurales. Esos distritos son Hobo/Campoalegre/Rivera/Neiva tomando 30 metros cúbicos de la represa de El Quimbo, los Llanos de la Virgen en Altamira, Garzón y Tarqui con aguas del rio Suaza; el distrito de Venado/Boquerón para irrigar tierras de Baraya, Tello y Villavieja, más la recuperación del fracasado proyecto Tesalia/Paicol.
La conexión de este sur colombiano con los océanos Pacífico y Atlántico mediante una red moderna de ferrocarriles para pasajeros y carga, reduciendo costos y tiempos de movilización, disminuyendo contaminación y mejorando nuestra competitividad regional. Es necesario incluir un plan educativo para que todos los infantes, niños y adolescentes huilenses cursen los 3 años del preescolar, los 9 de la básica y los 2 de media. Pero también que por lo menos el 50% de los jóvenes alcancen un título profesional para su desempeño en la vida laboral.
Esta debería ser una meta regional para verla cumplida en unos 15 años. Ello sólo será posible si abrimos las puertas para que inversionistas interesados participen en algunos de estos proyectos mediante el sistema de concesión. Solo así podríamos cumplir la meta en un tiempo adecuado. Para esto necesitamos liderazgos de calidad en la región.
