Los próximos 16 y 17 de mayo, en Neiva (Huila), 96 víctimas acreditadas ante la JEP dentro del caso 03, que investiga los asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del Estado, expondrán sus observaciones y demandas de verdad sobre las 150 versiones entregadas por 47 soldados, 33 suboficiales y oficiales, 8 tenientes coroneles, 5 coroneles y 6 generales de la República.
Para esta audiencia se recoge un largo proceso de acompañamiento y asesoría jurídica y psicosocial liderado por los equipos de atención a víctimas de la JEP junto con las organizaciones que actúan en representación de las víctimas: el Observatorio Sur Colombiano de Derechos Humanos Paz y territorio (Obsurdh) y el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (Cajar).
Las observaciones se podrán referir a las versiones entregadas por los comandantes de la IX Brigada, los integrantes de sus respectivos Estados Mayores, así como aquellas rendidas por los antiguos comandantes del Batallón de Infantería no.26 ‘Cacique Pigoanza’, el Batallón de Infantería no.27 ‘Magdalena’, el Batallón de Artillería no.9 ‘Tenerife’, el Batallón de Contraguerrillas no.09 ‘Los Panches’ y el Gaula Huila.
El universo provisional de hechos del subcaso Huila, que investiga ‘falsos positivos’, es de 160 crímenes perpetrados entre 2005 y 2008. Este hallazgo se dio durante el proceso de valoración del acervo probatorio que, entre otras cosas, incluye cuatro informes aportados por las víctimas y la Fiscalía General de la Nación, así como la contrastación judicial de la JEP con procesos de la justicia ordinaria y la justicia penal militar.
Asimismo, la Sala de Reconocimiento de Verdad inspeccionó más de 450 archivos pertenecientes a los batallones ‘Cacique Pigoanza’, ‘Magdalena’ y la IX Brigada. Estos documentos oficiales incluyen libros de programas operacionales, misiones tácticas, órdenes del día, radiogramas operacionales y las carpetas de las operaciones militares donde se reportaron las bajas en combate.
La audiencia de observaciones orienta la participación de las víctimas hacia la restauración temprana de sus derechos. Tal como lo ha dicho la Sección de Apelación de la JEP, la memoria de las víctimas es fundamental para determinar con precisión la hora, el lugar, los autores y las circunstancias en las que se perpetraron las violaciones, esclarecer las motivaciones de sus perpetradores, el contexto o plan en el que se insertaron los ataques, los cuales son elementos claves para el proceso de contrastación de la investigación.