FERNANDO POLO/LN

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Delegaciones de todos los rincones del Huila salieron desde el domingo para Bogotá a participar en la visita del Papa Francisco. Grupos de laicos, párrocos, religiosos y toda clase de grupos de oración de las distintas iglesias del departamento están en Bogotá, sin poder dormir ni comer bien, pero felices de poder ver de cerca a el máximo jerarca de la Iglesia Católica.

Grupos de jóvenes de Neiva que desde hace varios meses se venían preparando para viajar, participaron en la ceremonia que el Santo Padre tuvo con ellos. Los esfuerzos que hicieron vendiendo rifas, tamales y empanadas para financiar el viaje se vieron recompensados cuando el Papa se presentó frente a ellos, se dirigió y les dijo que ellos tenían la capacidad de cambiar la sociedad, entre los muchos mensajes que les dejó.

A lo largo de la ceremonia los jóvenes gritaban de alegría “¡estos son los jóvenes del Papa!” exclaman los huilenses que llegaron desde el miércoles por la noche y durmieron en el parque Tercer Milenio de Bogotá con tal de tener un encuentro con Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco.

“Fue un momento indescriptible, estar ahí frente al Santo Padre y escuchar tantos mensajes de su propia voz fue muy emocionante. Desde Neiva vinimos 60 integrantes del grupo Jóvenes con Cristo y estamos muy contentos de poder vivir esta experiencia”, le dijo a LA NACIÓN Sandra Patricia Peña Silva, coordinadora del grupo.

LOS PÁRROCOS

Los párrocos de las diferentes iglesias del Huila también migraron a Bogotá a encontrarse con su máximo jerarca. De todos los 37 municipios hay sacerdotes acompañando al Papa Francisco, algunos viajaron con delegaciones de los distintos grupos de oración.

“Es una experiencia inolvidable, solo sentimos gozo, alegría, felicidad de poder estar con el Papa. Viajamos desde Neiva un buen número de sacerdotes, laicos y feligreses de las diferentes parroquias, de los grupos apostólicos. Estamos cansados pero con mucha alegría de poder participar en la visita del Santo Padre”, dijo notoriamente emocionado el padre Alonso Sánchez, párroco  de la iglesia San Juan María Vianney del barrio El Jardín, de Neiva.

A las delegaciones que viajaron desde el Huila no les importó el clima ni las incomodidades de hacer largas filas y esperar varias horas para poder ver al Papa. “Estamos empapados de Dios y de la lluvia que nos ha caído dos veces. Tampoco hemos almorzado pero no importa, estamos llenos de Dios”, anotó con la jocosidad que lo caracteriza el padre Alonso Sánchez.

Muchas personas viajaron porque tienen familiares en Bogotá y en grupo familiar organizaron la participación en los eventos, y desde tempranas horas el miércoles y el jueves salieron a las calles para ver por un momento al Papa y luego retornar a su tierra llenos de fe y esperanza.