Desde la abominable esclavitud hasta el llamado hace 50 años para poner fin a la segregación racial, la historia para reclamar igualdad en los derechos civiles no ha terminado.
Bajo un cielo azul límpido, decenas de miles de manifestantes, la mayoría negros norteamericanos, se reunieron ayer en el corazón de Washington para conmemorar los 50 años del histórico discurso de Martin Luther King "I have a dream" ('Tengo un sueño') sobre los derechos civiles.
Una muchedumbre con pancartas se congregó alrededor del "Reflecting Pool", el estrecho y largo estanque frente a la estatua del expresidente Abraham Lincoln, precisamente allí donde el 28 de agosto de 1963 el pastor Martin Luther King pronunció su famosa alocución contra la segregación, que marcaría profundamente a la sociedad estadounidense.
"El trabajo no ha concluido, el viaje no ha terminado", aseguró en una emocionada intervención el hijo de Luther King, Martin Luther King III, a propósito de la lucha en defensa de los derechos civiles de los afroestadounidenses emprendida por su ilustre padre.
El representante John Lewis, un negro estadounidense, contó en el escenario: "Fui detenido 40 veces en los años 1960. Fui golpeado, (quedé) ensangrentado e inconsciente, pero nunca me cansé, no estoy dispuesto a renunciar y abandonar (la lucha). Estoy dispuesto a luchar, a seguir luchando, y ustedes deben luchar. "¡Hay que mantener la fe!", agregó.
Discriminación
Otros muchos oradores tomaron la palabra a lo largo de la jornada, entre ellos miembros de la familia de Trayvon Martin, el adolescente negro asesinado en 2012 en Florida por un vigilante, George Zimmerman, cuya absolución en julio provocó manifestaciones de cólera en varias ciudades de Estados Unidos.
"Nos manifestamos para que la apariencia (de una persona) deje de ser un delito", "la herencia del doctor King: empleos, no guerra", se podía leer en algunas pancartas desplegadas.
El evento también permitió a varios grupos de personas reclamar mejores condiciones de vida para todos.
"No hemos progresado. Diría que hemos retrocedido en los últimos 20 años", dijo Vera Peele de South Bend, Indiana, quien se manifestó preocupada por las dificultades de los ancianos para llegar a los centros de votación.
El discurso
El discurso de Luther King de hace 50 años atrajo a cerca de 250.000 personas en las marchas hacia el "Lincoln Memorial" y su famosa letanía "I have a dream" ("Tengo un sueño") expresaba sus esperanzas de que al fin las relaciones entre comunidades fueran armoniosas.
Aquellas palabras están grabadas en los escalones del monumento en el lugar preciso donde pronunció ese discurso, desde los tiempos en que el presidente Lyndon Johnson promulgó las leyes sobre derechos civiles en 1964 y 1965.
Washington celebra hasta el 28 de agosto este aniversario con servicios religiosos, una marcha que recorrerá el mismo trayecto que hace 50 años, un "festival de la libertad" y conferencias, debates, conciertos y exposiciones.
El punto alto de las celebraciones será el miércoles, cuando Barack Obama, primer presidente negro de Estados Unidos, pronuncie un discurso frente a la estatua de Lincoln.
La oprobiosa esclavitud: avisos publicados en un periódico en Uruguay, donde se comerciaba con seres humanos como cualquier otro objeto.
Compensación por la esclavitud
La conmemoración en Estados Unidos coincide con un hecho que deberá producirse en próximos días: se reunirá por primera vez la comisión de reparaciones de la Comunidad del Caribe, que reclama a Europa una compensación por la esclavitud.
Los cálculos más conservadores indican que al menos doce millones de africanos fueron secuestrados en la costa occidental de su continente y transportados en barcos negreros europeos hacia las colonias de América, entre los siglos XVI y XVIII. No todos sobrevivieron a la travesía y quienes llegaron con vida, labraron en condiciones de esclavitud las plantaciones de los imperios de España, Inglaterra, Holanda, Francia y Portugal en el Nuevo Mundo.
Las naciones que conforman la Comunidad del Caribe (Caricom) atribuyen el origen de su actual pobreza material a la esclavitud y al genocidio perpetrado en aquellos tiempos. Por eso han decidido emprender un proceso jurídico contra Inglaterra, España, Francia, Holanda y Portugal, en reclamo de una compensación económica y de inversión en planes de desarrollo.
“Estamos enmarcando la discusión de las reparaciones en la discusión acerca del desarrollo. No estamos hablando de una confrontación, sino de llevar nuestro caso a la Corte Internacional de Justicia para negociar”, explicó la historiadora Verene Sheperd, quien dirige la Comisión de Reparaciones de Jamaica.
En su más reciente cumbre, celebrada en Puerto España el 4 de julio pasado, los líderes de la Comunidad del Caribe acordaron establecer comisiones de reparación en cada uno de los 15 países miembros del bloque donde no existiese alguna. El siguiente paso será la celebración de una reunión conjunta, pautada para la primera semana de septiembre en San Vicente y las Granadinas, donde algunos de los primeros ministros del grupo debatirán junto a abogados y especialistas en historia económica la estrategia a seguir.
No es un asunto de dinero, sostiene Sheperd, sino de acordar mecanismos de compensación que contribuyan al desarrollo de los Estados reclamantes. “Antes que nada, queremos que Europa se disculpe, pues hasta ahora han emitido declaraciones de arrepentimiento, pero ningún país se ha disculpado. Luego queremos infraestructuras para el desarrollo: escuelas, centros de salud, carreteras, hospitales. Y queremos que acabe el racismo”, ha dicho la historiadora.
“Al menos debemos encontrar la manera de aliviar la pobreza del Caribe y hacer algo a favor del desarrollo de una infraestructura social. Si queremos alcanzar la paz mundial, este es uno de los caminos”, opina Verene Sheperd.