Al margen de los limitantes de nuestro modelo neoliberal, la imprevisión es fuerte escollo en la aplicación de las leyes; actualmente se están tramitando tres grandes reformas a saber: salud, pensión y laboral, pero el gobierno ignora que la reducción de los aportes del trabajo formal es un escollo para coadyuvar a la operatividad de las reformas; el empleo formal solo representa 20%-25% de la fuerza laboral, la tendencia general es decreciente según la OIT, es decir el trabajo formal que suministra aportes para salud y pensión tiende a desaparecer dado el avance tecnológico ahorrador de mano de mano de obra, y qué decir de los retos de la Inteligencia Artificial ?. En lo laboral están previstos beneficios para minorías (trabajadores formales-sindicalizados), mientras el 80% (desempleo-informalidad) sufren los rigores del perverso mercado laboral.
A nivel presupuestal la situación es preocupante pues la reducción de aportes, el aumento de la población adulta que demanda más servicios de salud, hogares geriátricos y otros elementos implicarán que el desborde del presupuesto para salud y pensión se vuelva insostenible. Otro aspecto no tratado es el déficit de especialistas, ya conocemos la tortuosa espera para atender pacientes de las EPS, situación que tiende a agravarse por el aumento de la clientela y los escollos para formar especialistas, además al sistema de salud que atiende mayorías se les “sonsaca” personal médico para atender a quienes pueden pagar planes complementarios y mejorar el negocio, algo criminal por reducir servicios al pueblo para beneficiar privilegiados.
Son muchos los escollos para el éxito de las reformas sociales, a los parámetros del modelo creados desde hace tres décadas, se agrega improvisación y continuidad de políticas fracasadas sobre empleo. Solamente la intervención directa del Estado con reformas fiscales progresivas podría aumentar el empleo formal y los aportes para salud y pensión, abaratar los costos para la formación de especialistas médicos, enfrentar los retos del envejecimiento poblacional, creando condiciones favorables, adiestrando personal sanitario creando casas para el adulto mayor etc. Esperar que el sector privado desarrolle estas gestiones es continuar engañando al pueblo.