Las autoridades de Taiwán anunciaron este martes haberse incautado de 7,65 toneladas de carne de delfín, uno de los mayores hallazgos de este tipo en la isla.
La policía encontró la carne este fin de semana durante la inspección de una fábrica de productos congelados en la ciudad de Kaohsiung, en el sur.
Los tests confirmaron que se trataba de delfín y, según la oficina del distrito de la zona que llevó a cabo la inspección, la carne corresponde a unos 150 animales.
El propietario de la fábrica dijo habérsela comprado a unos pescadores y podría ser condenado a hasta cinco años de prisión y a una multa de 1,5 millones de dólares taiwaneses (unos 96 millones de pesos) por violación de las leyes de protección de la flora y la fauna, indicó la agencia.
Las autoridades están llevando a cabo una investigación para determinar dónde y cuándo fueron capturados y vendidos los delfines.
Comer delfines y ballenas es una tradición entre la población de las zonas costeras de Taiwán, que los consideran buenos para la salud. Pero desde 1989 todas las especies de estos animales están protegidas por una ley.