Ya está en vigencia el decreto 1736 firmado por el presidente Gustavo Petro; los ministros del Trabajo, Gloria Inés Ramírez y de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla, que establece la ampliación de los estímulos por la generación de nuevos empleos en el territorio colombiano.
El decreto está dirigido a los empleadores del país: “Se entenderán por empleados, los trabajadores dependientes por los cuales el empleador haya cotizado el mes completo al Sistema General de Seguridad Social en la Planilla Integrada de Liquidación de Aportes, PILA. Con un ingreso base de cotización, de al menos un salario mínimo legal mensual vigente y que estén afiliados como empleados del postulante en el Registro Único de Afiliación, RUAF y realicen aportes en todos los subsistemas que le correspondan.
De acuerdo con el Ministerio de Trabajo, el incentivo mensual calculado sobre el salario mínimo representa: jóvenes entre 18 y 28 años, el 25%: $290.000; mujeres mayores de 28 años, el 15%: $174.000; y hombres mayores de 28 años el 10%: $116.000.
Entre otras cosas, la ministra Ramírez ha explicado que “este incentivo se financiará con cargo a los recursos del Presupuesto General de la Nación, en la sección presupuestal del Ministerio del Trabajo y estará supeditado a la disponibilidad con la que cuente el Gobierno Nacional en el Presupuesto General de la Nación. Para ello se podrá limitar el número de cotizantes a reconocer por empleador. Además, el incentivo a la creación y permanencia de nuevos empleos formales, se aplicará igualmente para aquellos empleadores que vinculen a personas en condición de discapacidad”.
Bienvenidos estos incentivos para promover los nuevos empleos, sin embargo, es importante que el gobierno nacional priorice las ciudades en donde los niveles de desocupación son altísimos como en Neiva. Este incentivo debe ser uno de muchísimos para no sólo generar nuevos empleos sino proteger los puestos de trabajo existentes.