El salario mínimo se fijó para el 2025 en $1.623.500 (incluido el auxilio de transporte) por medio de decreto. La sorpresa la dio el presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, ad-portas de Navidad. Esto ha generado una ‘tormenta’ entre los trabajadores que aplaudieron la decisión y el empresariado en desacuerdo que advierte un panorama crítico. ¡Conozca los detalles!
Johan Eduardo Rojas López
johan.rojas@lanacion.com.co
Luego de las fallidas negociaciones sobre el aumento del salario mínimo en Colombia, en el que participó el Gobierno Nacional, centrales obreras y diversos sectores de la producción del país, el presidente de los colombianos, Gustavo Petro Urrego, lo estableció vía decreto. El aumento fue del 9,54%, es decir, $123.000, para un total de $1.423.500. Por su parte, el subsidio del transporte fue incrementado en $38.000, pasando de $162.000 a $200.000, lo que significa que el nuevo salario mínimo nominal queda en $1.623.500.
Según el Presidente, con el nuevo incremento se beneficia algo más de 2,2 millones de trabajadores en Colombia que reciben una remuneración básica y que corresponden a cerca del 10% de las personas ocupadas laboralmente en el país.
El “regalo de Navidad”
Petro Urrego explicó las razones por las que tomó la decisión que calificó “como un regalo de Navidad” y esas son: la inflación de 2024 estará bordeando el 5%. Actualmente, con cierre a noviembre, está en 5,2%; la inflación de alimentos quedaría a final de año en 2,7% anual, “es la caída más grande en toda la OCDE” y la expectativa de inflación para 2025 es de 3%, lo que significa que “el salario real, no nominal, va a tener un ascenso de 6,5%. Es un crecimiento del nivel de vida de todas las personas que ligan su ingreso al salario mínimo, que ya viene por tercera vez”.
Te puede interesar: Recuperan 23 cuerpos en cementerio de Pitalito
Manifestó que “hemos crecido el salario mínimo real en Colombia entre 30% y 35% en los tres años que llevamos. Tenemos que hacer un mayor esfuerzo el año entrante”. “Recibimos la economía del país casi en recesión, va para un 2% y esperamos un 3% el año entrante. Luego, no nos están diciendo la verdad: si el salario mínimo crece, hace crecer la economía, no al contrario. No es con trabajadores esclavos como crece la economía de un país, es con trabajadoras y trabajadores que ganen, que tengan dignidad en su vida, como crece la economía de un país”, afirmó.
Recargos dominicales, festivos, horas extras y prima en 2025, ¿cómo quedan?
Con el incremento también se actualiza positivamente para los trabajadores el pago de horas extras y prima, además de los recargos dominicales y festivos.
Así las cosas, los empleados del sector público y privado que, por orden de sus superiores, tengan que laborar los domingos y festivos, días en los que, según el artículo 177 del Código Sustantivo del Trabajo, “tienen derecho a descansar”, recibirán un pago diferencial, el cual corresponde al 75% y se aplica a cada una de las horas trabajadas.
Entonces, si usted gana un salario mínimo en 2025 ($1.423.000), partiendo de una base de ocho horas, su día de trabajo costaría $47.450; esa cifra debe multiplicarse por 1,75. Dicha ecuación totaliza $83.037, valor de un día trabajado en domingo o festivo para una persona que gane un salario mínimo.
Ahora bien, las horas extras diurnas y nocturnas, según la ley, tienen un recargo del 25% y 75%, respectivamente. Eso se traduce en que una hora extra diurna con el salario mínimo sería de $7.413, mientras que una hora extra nocturna sería de $10.393.
La prima que se paga dos veces al año (junio y diciembre), por su parte, equivale al 50% del salario más el auxilio de transporte. Lo anterior significa que será de $811.750 para las personas que solamente ganan un mínimo.
¿Cuándo empieza a regir?
Esta actualización empieza a regir a partir del primero de enero y, en esa fecha, cada empleado pasará a costar aproximadamente $2.440.000 al mes, según varios empresarios, que han vaticinado el incremento de la informalidad.
Solamente aquellos empleados que devenguen un salario mínimo tienen derecho a obtener el incremento anual obligatorio. Sin embargo, para aquellos trabajadores que ganan por encima de ese monto, los aumentos dependen de la decisión de los empleadores. Aunque en Colombia no existe una ley que obligue a las empresas a incrementar el sueldo de una persona que gana más que el mínimo, lo que usualmente se hace es ajustar el salario con base en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), para compensar la pérdida de poder adquisitivo provocada por la inflación.
En ese entendido, los recargos dominicales, festivos, horas extras y prima se ajustan al sueldo que reciba. Para conocer el valor exacto, deben emplear las ecuaciones relacionadas anteriormente.
Demás aportes
Quedó especificado, por su parte, que el aporte a salud debe ser del 12,5% del salario. Este monto lo deben pagar ambas partes de la siguiente manera: 8,5% lo paga el empleador y 4% lo paga el trabajador.
Lee también: Casagua endeudará en $80 mil millones a Neiva; detalles del debate
Y, además, los empleadores también deben realizar contribuciones al sistema de pensiones, que es del 12% del salario, sumando otros aportes parafiscales como los destinados a las Cajas de Compensación Familiar (CCF), el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), y el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), que totalizan un 9% adicional.
¿Mayor informalidad?
Ante este panorama, el economista Germán Palomo manifestó que, incrementar el salario mínimo, si bien aumenta el poder adquisitivo de más de 2,5 millones de asalariados, genera una mayor informalidad, ya que más del 90% de las empresas son microempresas, lo cual conlleva a un aumento de negociaciones por debajo de esta cifra.
“No se puede olvidar que a partir del primero de enero de 2025 el salario mínimo total alcanza 2,6 millones/mes, que no es posible atender por todos. Por tanto, puede presentarse una mayor informalidad para que no se pierdan los empleos. El impacto está en un aumento del desempleo y la mayor informalidad”, sostuvo el experto.
Agregó también que Colombia es uno de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con mayor salario mínimo, “lo cual ha significado una disminución del mercado laboral. No es deseable esta situación, pero esta realidad invita a una consideración más racional de la situación. ¿Por qué no considerar, por ejemplo, una distribución de utilidades de las empresas (como existe en Ecuador) que generaría más incentivos a empresarios y empleados, y ambos estarían condicionados a los resultados que provoquen?”
Encuentro de opiniones
La representante a la Cámara por el Huila, Leyla Rincón, saludó la decisión del Presidente, dado que considera que es una demostración más de la coherencia con el plan de desarrollo, debido a que uno de los principios del actual Gobierno es la defensa de los derechos de la clase trabajadora, obviamente con un manejo responsable de la economía, “como hasta ahora ha sucedido”.
“Si la inflación causada para el 2024 estará alrededor del 5,2%, los trabajadores tendrán un incremento de su salario real en más del 4%, y eso es una muy buena noticia para sus familias y para la economía porque habrá mayor poder de compra y, por ende, mayor demanda de bienes y servicios. Por lo anterior, es una decisión que favorece a todas las partes, porque se va a contribuir a la reactivación económica”, afirmó la militante del Pacto Histórico.
“Esto impactará nuestra dinámica económica y social”
La congresista Luz Pastrana dijo que le parece adecuada una mejor remuneración para los trabajadores, sin embargo, para ella es necesario dejar presente la preocupación que genera el incremento en las asignaciones salariales para el mismo Estado y la repercusión que esto genera en los costos de la canasta familiar.
“Estoy de acuerdo en beneficiar a los trabajadores con una mejor remuneración, pero una medida de este tipo debe ser debidamente planeada para no seguir socavando las finanzas del país; no podemos permitir más improvisación en el manejo de los recursos de los colombianos. Por supuesto que impactará nuestra dinámica económica y social, teniendo en cuenta que, aunque suba el salario, se incrementará también el costo de vida”, concluyó la también representante a la Cámara por el Huila.
“Una medida que pone en aprietos al comercio”
En contraste, Silvia Cuéllar, directora ejecutiva en Fenalco seccional Huila, mencionó que el aumento ha sido una gran sorpresa para los empresarios, debido a que la inflación se ubicará en el 5,2% y la productividad en 1,75%, “y realmente no existe un sustento económico, ni tampoco social y técnico para esta subida tan elevada”.
Según Cuéllar, hay varias cosas que se ponen en riesgo, entre ellas, la baja de las tasas de interés, la generación de empleo y, además, afecta los trabajos existentes por acumulación de tareas. “También se aumentará la informalidad. Desafortunadamente, es una medida populista y pone en aprietos al comercio de la región y el país. Los trabajadores celebran que van a tener mayores ingresos, pero no piensan que también tendrán mayores costos, como consecuencia de la indexación de productos y servicios”, dijo.
Valoran la decisión
Juan Pablo Tovar, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores en el Huila, CUT, por su parte, expresó valorar la decisión, dado que el aumento real del salario mínimo será del 4,3%, al quedar la inflación en 5,2%. Eso indiscutiblemente, para él, devuelve la capacidad adquisitiva a los trabajadores que se perdió en los gobiernos neoliberales y aportará al cierre de brechas de inequidad social. Sin embargo, aclaró que la CUT solicitaba el incremento del 12%, pero reconoce que es muy importante esta decisión.
“También valoramos que se haya tenido en cuenta la cifra de productividad por hora trabajada que fue de 3,5%, que era lo que se venía exigiendo en las mesas de concertación durante los últimos 25 años anteriores al 2022 y nunca se tuvo presente, y ese es el aporte real del trabajador a la producción de la riqueza. Sí es posible que los trabajadores ganen bien y en ningún momento esto significa perjudicar la economía, ni las empresas. Indiscutiblemente, en la medida que los trabajadores ganen más, pueden consumir más. Eso está comprobado. Lo único que se puede esperar son avances significativos”, aseguró.