Como con frecuencia aparecen vetos y coacciones contra medios informativos y periodistas en ejercicio, conviene poner de presente que la Constitución Política de la República de Colombia, estipula que la libertad periodística gozará de protección para garantizar su libertad e independencia profesional. La prensa libre debe estar exenta de toda compulsión, gubernamental o social, tal como lo señaló Milton en su gran llamado a favor de la libertad de prensa. El periodista Vicente Pérez Silva, en una columna publicada en el periódico El Espectador, hace algún tiempo, consignó estas importantes apreciaciones: “Conviene recordar que la libertad de pensamiento es el derecho del hombre a emitir, comunicar y difundir por todos los medios lícitos sus ideas. La palabra no es otra cosa que la expresión del ser racional que piense, que siente, que actúa y se comunica con sus semejantes. De ahí que este derecho tan esencial, no haya sido coartado jamás, ni menos negado o impedido por la sociedad. Al enervar u obstaculizar su ejercicio, se atenta contra la misma persona humana; y siendo como es inviolable su persona, será también todo lo concerniente a su proyección y a su desenvolvimiento. Quien impida que el hombre exprese libremente su pensamiento, se está erigiendo nada menos que en titular de un poder de coacción antisocial. La limitación de la libertad de pensar es propia del más crudo despotismo en cualquiera de sus formas y manifestaciones. Incide directamente contra la naturaleza humana; lesiona o vulnera sus legítimos derechos. Por consiguiente, las medidas limitativas o prohibitivas no van contra la opinión científica, filosófica, artística o de carácter puramente cultural o social, sino contra la opinión pública. Cercenar, reducir y peor aún, negar o impedir tales derechos, son recursos tan represivos como contraindicados y absurdos, que la misma naturaleza humana repele”. Es frecuente, que desde distintos ángulos se juzgue con ligereza a periodistas y a medios de comunicación, según el grado de vitrina que se les otorgue, pues suponen que son manipulables. Están equivocados. Pues además de informar sobre los hechos que ocurren de manera eficaz, objetiva y veraz, ejercitan una función cultural en favor de la comunidad. Además, ellos cumplen con el deber de expresarse libre, pero responsablemente, dentro del régimen democrático que rige nuestras instituciones. Hacemos estas reflexiones, en fecha cercana a la conmemoración del día del periodismo colombiano, que tradicionalmente se cumple el 9 de febrero de cada año.