Fría y en apariencia apática en la calle, la campaña electoral que concluye mañana en Costa Rica con la elección de un nuevo presidente, estuvo al rojo vivo en las redes sociales, donde se ha vivido una inédita experiencia de participación ciudadana.
Con pocas excepciones, no hubo banderas en los techos de las casas, ni mítines en las calles, ni caravanas de autos, lo que no ha dejado de asombrar a los propios costarricenses, habituados a coloridas y ruidosas jornadas electorales con tintes de carnaval.
Pero a cambio, tanto los partidos políticos como un importante sector de la población protagonizaron una intensa contienda en sitios como Facebook, Twitter y YouTube, que a juicio de algunos analistas ha influido poderosamente en el desarrollo del proceso.
Costa Rica irá mañana a un balotaje en condiciones inéditas: Luis Guillermo Solís, candidato del opositor Partido Acción Ciudadana (en la foto) corre como el gran favorito luego de que su contendor, Johnny Araya del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN), tirara la toalla el 5 de marzo pasado ante encuestas que le vaticinaban una derrota humillante.
Sin embargo, retirado en la práctica de cualquier actividad proselitista, Araya sigue siendo candidato porque la ley no prevé la posibilidad de que un aspirante inscrito se retire, por lo cual su rostro aparece en las papeletas de votación.