Rodolfo Valderrama
Entre los aspectos derivados del llamado Acuerdo de paz tenemos las 16 curules para las víctimas del conflicto, finalmente aprobadas por el Congreso, ahora vendrá un largo proceso para su implementación debido a los intereses de cada sector, asunto dificultado por la consabida polarización; al margen de lo anterior estas curules deberán entrar en operación, ¿será que tendrán alguna utilidad como producto de su intervención en el Congreso? ; es probable que ocurra lo sucedido con las diez curules otorgadas a las Farc, también en virtud del mencionado Acuerdo, los cuatros años de presencia en el legislativo de estos congresistas han servido principalmente para recibir ataques y a la vez adoptar actitudes contestatarias, no han presentado proyecto de Ley alguno referente a nuestros grandes problemas (Salud, empleo, tributario, etc.), se dirá que no se lo aprobarían pero se trata al menos de intentarlo, esto demuestra la pobreza intelectual de estos legisladores.
Durante su apogeo la guerrilla tenía dos exigencias principales, reformas estructurales y desmonte del paramilitarismo, ninguno de estos propósitos afloró en el Acuerdo, primó la torpeza en la reincorporación dada la desprotección de los militantes, y la ambición por prebendas parlamentarias. Lo más probable es que con las 16 curules nuevas ocurra algo similar, además no hay garantía de que sus proyectos no se limiten a buscar beneficios especialmente para las víctimas del conflicto que de lograrlo podría reproducirse el fracaso del proceso de los reclamantes de tierra, caso en el cual bastó una Ley y evitar la parafernaria de las 16 curules. El gasto en la legislatura (4 años) de las 26 curules (10+16) será gigantesco, representado en salarios, prestaciones, guardaespaldas, personal de apoyo, camionetas, celulares, pasajes, viáticos, seguro de vida y otros privilegios; el presupuesto para lo anterior por cada curul (Revista Semana) está alrededor de 100 millones de pesos mensuales, entonces las 26 curules representan un incremento en el presupuesto del Congreso de 125 mil millones.
Qué decir del gasto en la legislatura de casi trescientos congresistas; guardando las proporciones anteriores, su presupuesto está alrededor de Un billón quinientos mil millones de pesos, sobra el comentario. El incremento de curules, algo inocuo, está en contravía de un viejo anhelo popular, una reforma profunda al Congreso que significaría drástica reducción de salarios y número de parlamentarios, más legislación, menos administración de burocracia y no entrometimiento en contratos, trabajo presencial de cinco días-semana y se les dificulte viajar a sus regiones para hacer campaña y reelegirse; en fin que no tengamos un legislativo oneroso, corrupto, clientelista, politiquero e ilegítimo, y el ente más repudiado por el país (Según encuestas). ¿Será que algún candidato se atreve a proponer una reforma sobre el particular?, hasta la fecha esto no ha ocurrido. rovaldi.5319@yahoo.com