Jaime Moreno, un hombre de 51 años originario de Bogotá, logró transformar una tragedia personal en una historia de esperanza y lucha. Hoy, está al frente del Club Spartanos, que promueve el rugby en silla de ruedas en el Huila. Esta es su historia.
Hernán Guillermo Galindo M
hernan.galindo@lanacion.com.co
Hace más de 27 años, un atraco en la ciudad de Bogotá dejó a Jaime Moreno con una grave lesión en la columna vertebral, lo que lo llevó a quedar en silla de ruedas. Sin embargo, a pesar de las dificultades, Jaime ha demostrado que no hay barreras insuperables, convirtiéndose en un referente del rugby en silla de ruedas y líder de un proyecto deportivo que ha crecido con esfuerzo y dedicación en Neiva, Huila. Así nació el Club Spartanos.
Una vida marcada por el deporte y el sacrificio
Desde joven, Jaime había sido un apasionado del deporte. Su vida activa y su amor por la competencia lo hicieron pensar que podría retomar su pasión por el ejercicio, incluso después del accidente.
“Cuando me ocurrió el accidente, pensé que mi vida deportiva había terminado, que no volvería a hacer nada. Pero con el tiempo entendí que no todo estaba perdido”, relató Jaime.
Tras encontrar trabajo en Bogotá y adaptarse a su nueva vida en silla de ruedas, comenzó a explorar nuevas oportunidades. Fue en este proceso de reintegración cuando la Fundación Arcángeles, dedicada a personas con discapacidad, le presentó el rugby en silla de ruedas, un deporte que rápidamente cautivó su atención.
De 2011 a 2015, Jaime formó parte de la selección de Bogotá, entrenando y compitiendo a nivel nacional. Sin embargo, su vida daría un giro aún mayor cuando decidió mudarse a Neiva en busca de un nuevo comienzo personal y laboral.
Su esposa, Gina Marcelo, también jugó un papel clave en esta decisión, siendo su principal apoyo tanto en lo personal como en lo deportivo.
“Mi esposa, Gina, ha sido la persona que siempre ha estado a mi lado, la que me apoya y la que mueve todo este proyecto. Ella gestiona el equipo, el club, y está conmigo en cada paso que damos”, afirma con gratitud.
La creación del club en Neiva
Cuando Jaime llegó a Neiva, descubrió que, a pesar de ser una ciudad con mucho potencial, no existía un club de rugby en silla de ruedas. De hecho, muchas personas ni siquiera conocían el deporte. Pero, lejos de desanimarse, Jaime vio en esta falta de infraestructura una oportunidad para iniciar un nuevo proyecto. Junto a su esposa, comenzaron a trabajar en la creación de un club local.
La tarea no fue fácil. En 2020, tocaron puertas en varias entidades, pero la respuesta fue escasa. El desconocimiento sobre el deporte y la falta de apoyo institucional hicieron que al principio el camino fuera muy difícil.
No obstante, el destino les sonrió cuando un compañero de la selección nacional, Héctor Ladino, se contactó con Jaime después de un torneo en Santa Marta. Este reencuentro reavivó la esperanza de formar un club en la ciudad.
Con el respaldo de su esposa, quien se encargó de los trámites legales y burocráticos, comenzaron a dar forma a lo que hoy es el Club Spartanos de Rugby en Silla de Ruedas de Neiva. Obtuvieron la personalidad jurídica, el reconocimiento deportivo y, finalmente, el apoyo de la Alcaldía de Neiva.
Desafíos y logros del club
El proceso de consolidación del club fue lento, pero gracias a la tenacidad de Jaime, su esposa y el equipo de trabajo, lograron superar obstáculos y comenzar a entrenar de forma más profesional. Inicialmente, los jugadores usaban sillas de ruedas comunes, lo que dificultaba la práctica del deporte, pero con el tiempo y el esfuerzo, empezaron a conseguir sillas deportivas adaptadas para el rugby.
Hoy en día, el club cuenta con miembros no solo de Neiva, sino también de pueblos cercanos como Teruel, Garzón y El Caguán. Aunque todavía es pequeño, el equipo ha demostrado un gran compromiso y dedicación, logrando participar en competiciones nacionales e internacionales.
Han sido parte de varios clasificatorios, y en los Paranacionales de 2023 tuvieron una destacada participación. “Nuestro objetivo es seguir creciendo, tanto en el número de jugadores como en el nivel competitivo. Queremos representar a Neiva y a Colombia en los torneos internacionales, y con esfuerzo y disciplina, sé que lo lograremos”, afirmó Jaime con optimismo.
Y desde este lunes 18 de noviembre, el club recibe como anfitrión el Primer Torneo Nacional de Rugby en Silla de Ruedas, con sede en Neiva.
El rugby como herramienta de inclusión
La historia de Jaime es un ejemplo claro de cómo el deporte puede ser una herramienta de inclusión social y transformación personal. A través de su trabajo y su pasión por el rugby, ha logrado no solo reconstruir su vida, sino también ofrecer una oportunidad a otras personas con discapacidad para que encuentren un propósito y pertenezcan a una comunidad.
“El deporte te da una razón para seguir adelante, te enseña a nunca rendirte. En este deporte, todos somos iguales; lo único que importa es la pasión y el esfuerzo en la cancha”, concluyó.
