La Fiscalía logró recaudar el material probatorio suficiente para expedir las órdenes de captura en contra de Milena Sotelo y Jonathan Martínez, quienes presuntamente serían los responsables del homicidio de John Fredy Álvarez, de 9 años de edad, en zona rural del municipio de Isnos. Aunque el caso preliminarmente se investigaba como un suicidio, Medicina Legal, confirmó que la víctima presentaba golpes en su cuerpo.
“Incurrieron en un acto para hacer creer que el niño se había auto eliminado”, precisó el fiscal durante la audiencia de legalización de captura en contra de Milena Sotelo y Jonathan Martínez, quienes para ese entonces eran vecinos de la víctima de 9 años de edad.
Las investigaciones acerca de la muerte de John Fredy Álvarez, que consternó a los habitantes del municipio de Isnos el pasado 27 de julio, dieron un giro rotundo al confirmarse que el caso no correspondía a un suicidio, sino que por el contrario habría sido ocasionado por terceros.
Día del crimen
Ese día, el padrastro y la madre de la víctima salieron de su casa ubicada en la vereda La Florida, hacia el casco urbano de Isnos, para cobrar un dinero que les adeudaban, entretanto el menor aguardaba para asistir a una reunión.
Jhon Jairo Sotelo, compañero sentimental de la madre biológica del infante relató que cuando estaban en el pueblo recibió una advertencia por parte de un vecino. “Yo salí con mi esposa al pueblo como siempre, la mayoría saben que somos una familia humilde y a mi esposa le llegó lo de la devolución del IVA, y vinimos a cobrar a las 7:30 de la mañana, el niño se quedó en la casa alistándose para ir al culto, era muy apegado a la iglesia y había tomado la decisión de seguir a Dios, la madre le dejó listo el desayuno para que comiera y se fuera y pues nosotros salimos, estábamos en la galería cuando llegó un vecino y me dijo, Jhon, nosotros castigamos a John Fredy, le pregunté que cómo así que castigaron a mi hijo y le manifesté que donde lo hubiesen golpeado se iba a meter en problemas con la ley”.
Tras escuchar estas palabras, Yeimy, la progenitora del niño quiso devolverse a ver a su hijo y verificar si lo habían maltratado para colocar la denuncia, sin embargo, ella le pidió a su pareja que fuera él ante la posibilidad de no se pudiera contener por la rabia de ver lo sucedido.
Trágico hallazgo
Al llegar a la casa, Jhon Jairo vio al pequeño colgado de una soga en la puerta de una de las habitaciones con signos de asfixia. A pesar de que el niño fue llevado a un centro asistencial para su atención, allí llegó sin vida.
“Labores de Policía Judicial evidenciaron que devuelta a la vivienda los familiares de la víctima se cruzaron con los ahora procesados, quienes les habrían manifestado que habían reprendido a su hijo, de 9 años, por supuestamente haberse acercado a una niña de 3 años”, agregó el fiscal.
Las órdenes de captura se expidieron luego de que Medicina Legal, confirmara que se trataba de un homicidio ya que la víctima presentaba hematomas en varias partes del cuerpo.
Indiciados
Al parecer, el hoy fallecido fue golpeado y asesinado mediante asfixia mecánica. Posteriormente, fue colgado con una soga para hacer creer que se había autoinfligido. Los principales sospechosos eran sus vecinos Milena y Jonathan, quienes en su momento le indicaron a los padres del niño que lo habían castigado porque lo encontraron haciendo travesuras con su hija, refiriéndose a supuestos actos obscenos.
Pasados 12 días del crimen, se materializó el 8 de agosto la captura de estas personas en la ciudad de Popayán, Cauca, cuando pretendían huir hacia el Ecuador. Al ser llevados a las audiencias, el fiscal señaló que incurrieron en el delito de homicidio agravado.
El ente acusador indicó que para estos casos los responsables deben pagar una pena de 50 años de prisión. “El hecho de haber matado a un menor de 18 años de edad, hace que el legislador determine la pena entre unos mínimos de 500 a 600 meses de prisión”, aseveró el fiscal.
Al culminar la diligencia, el juez de control de garantías, por solicitud de la Fiscalía, decidió cobijar con medida de aseguramiento en centro carcelario a los indiciados.