Centenares de miles de personas, según cálculos de la AFP, invadieron las calles de Madrid, MADRID (AFP) – Centenares de miles de personas, según cálculos de la AFP, invadieron las calles de Madrid, en una jornada de protesta social en Europa contra la austeridad, el desempleo y la precariedad. Centenares de miles de personas marcharon por las calles de la capital española, convocadas por sindicatos o movimientos de indignados ante un extraordinario despliegue policial que protegía la Cámara baja del Parlamento. Una movilización que contrasta con una participación en las concentraciones más tímidas de otros países: 5.000 manifestantes en Atenas, según la policía, algunos miles en Lisboa al grito de “fuera, fuera, el hambre la miseria y el FMI”, otros miles en Italia, en Turin, Roma y Milán, así como en Francia, sobre todo en París. “Estoy aquí para protestar contra los recortes de todo, de sanidad, de educación contra la subida del IVA los desahucios”, dice en la marcha madrileña Javier Gómez, un encofrador de 39 años, en paro desde hace un año. “Tenemos la solución, los banqueros a la prisión”, gritaban los manifestantes en medio de una marea de banderas rojas de los sindicatos. En el recorrido, después de la estación de Atocha hacia el centro de Madrid, se cruzan con otra manifestación, convocada por los indignados que tienen previsto instalarse a pasar la noche junto al Congreso de los Diputados. Detrás de las barreras, una decena de furgones de la policía protegían el acceso a la Cámara baja, con los agentes desplegados sin casco ni escudo. Los manifestantes les hacen frente desde detrás de las barreras, muchos son jóvenes llevando pancartas: “España desahuciada”, una alusión al drama de los desalojos que recorre todo el país o “Mariano go home”, una invitación a la dimisión del presidente de gobierno de derecha, Mariano Rajoy, o “¿Crisis?. Atraco”. Desde la mañana, España, cuarta economía de la zona euro con un desempleo del 25% y una pobreza en aumento, vivía a medio gas su segunda huelga general desde la llegada al poder, hace menos de un año, del gobierno Rajoy. Unas 120 manifestaciones estaban previstas en todo el país. Esta jornada, a la cual millones de asalariados respondieron haciendo huelga, según los sindicatos, se inscribe en una movilización europea contra las políticas de austeridad desplegadas por varios gobiernos, marcada también por otra huelga general en Portugal. Mientras el crecimiento en la zona euro debería mantenerse en punto muerto (+0,1%) en 2013, según la Comisión europea, el Fondo Monetario Internacional advirtió recientemente que las políticas de austeridad peligraban con convertirse en “política y socialmente insostenibles”. El presidente de la confederación alemana de sindicatos (DGB), Michael Sommer, advirtió contra las políticas de austeridad en los países de Europa del sur. “En Grecia, en España, en Portugal, se practica una política de ajuste perjudicando a la gente (…). Destruyen esos países con recortes. (…) Es por eso que existe esta resistencia, esta revuelta”, dijo Michael Sommer. Mientras en España, el servicio mínimo limitó los inconvenientes causados por la huelga general, algunos incidentes se registraron al inicio de la jornada, cuando la policía rechazó a los manifestantes con sus porras y disparando al aire balas de goma. 82 personas fueron detenidas y 34 resultaron heridas en incidentes aislados en todo el país, según el ministerio del Interior. En Italia, un policía fue gravemente herido en Turín, golpeado por autónomos, y otros cinco fueron levemente heridos en Milán, en un choque al margen de las manifestaciones. Un paro de cuatro horas se observó en Italia y otros tantos de algunas horas también en Grecia. “Europa se despierta hoy, de Roma a Madrid y Atenas”, afirmaba Mario Nobile, un estudiante italiano de 23 años. Portugal también funcionó a medio gas, con trenes y metro con paros y numerosos aviones que quedaron en tierra, en esta jornada de protesta contra las medidas de austeridad del gobierno de centro derecha. “Fuera la ‘troïka'”, clamaban las pancartas reclamando la salida de los acreedores de Portugal que evalúan actualmente las medidas de austeridad desplegadas por el gobierno a cambio de una ayuda internacional de 78.000 millones de euros, acordados al país en mayo del 2011. Un no rotundo a los recortes de los presupuestos dieron en Europa los manifestantes.