Con rifas, tamaladas y pidiendo ayuda, los chicos y chicas que representaron a Neiva y al Huila en el concurso internacional Robotic People, lograron ir y consiguieron el segundo y tercer lugar en las categorías ‘seguidor de línea amateur’ y ‘mini sumo amateur’. ¡Merecido triunfo! Ahora les aguarda otra competencia internacional este fin de semana en México.
Dai Trujillo
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Desde hace varias semanas, cerca de 22 estudiantes del Liceo Santa Librada que integran el proyecto ‘ProyecTic de vida’, estuvieron recolectando fondos y haciendo un sinfín de actividades para conseguir recursos y así, poder participar en el concurso internacional de Robótica ‘Robotic People’, que se desarrolló en Corferias, en la capital del país.
“Este es un proyecto de vida para ellos, enmarcado por supuesto en las tic, muchísimas gracias a todos”, comenta el profesor Manuel Fernando Ossa del Liceo Santa Librada.
Los chicos y chicas emprendieron en la robótica como cuando comienzan a ver clases de matemáticas, al inicio se tenía la idea de que tal vez solo iba a ser una clase complementaria más que les daría el título de técnicos en sistemas, ya que ellos son catalogados como extra edad para su curso, por lo que en ningún otro colegio los recibieron.
El cambio
Por la condición de extra edad, debían desarrollar el técnico en electrónica, pero lo que desconocían es que las tic y la electrónica serían un mundo fascinante. La emoción de trabajar con elementos novedosos y aprender poco a poco de la tecnología y la robótica, logró que varios jóvenes decidieran tomar otro camino.
Los padres de familia están sorprendidos, al ver el cambio notorio en sus hijos, pues ya ni siquiera quieren salir del colegio porque están modificando sus robots, mejorándolos o aprendiendo cosas nuevas.
Omaira Sánchez, es madre de uno de los jóvenes que logró conseguir podio en Bogotá, ella comenta qué “mi hijo era un niño muy rebelde, desobediente. Me llamaban a cada rato del colegio a darme quejas, pero de un tiempo para acá él ha tenido un cambio muy bueno tanto en la casa como en el colegio, pues con lo de la técnica él se ha enfocado mucho en eso”.
“Juan Esteban venía con varios años perdidos, con nivelación escolar, no encontraba un rumbo como algo que lo motivara; y pues gracias a Dios y a todo el esfuerzo que se ha hecho, mi hijo a encontrado un direccionamiento, tiene en este momento una visión, su nivel académico ha subido muchísimo” menciona con gran satisfacción, Javier Jordán, padre de familia.
Con las uñas
Los diodos de luz, las baquelas, las resistencias y hasta la soldadura, comenzaron a verse interesantes. Los jóvenes, quienes son orientados por el profesor Manuel Fernando Ossa, comenzaron a verle el lado chévere al técnico en sistemas y trabajando con muy pocos materiales, aprendieron lo necesario para crear pequeños robots que siguieran comandos por medio de teléfonos o controles remotos.
El aprendizaje era lo más sencillo, pues los chicos y chicas muy maravillados solo prestaban atención, aquí lo realmente difícil era conseguir los materiales y los elementos básicos para trabajar en conjunto, como los computadores y materiales comunes para trabajar en piezas electrónicas.
Con computadores prestados y entre ellos mismos cediéndose el material, estos jóvenes lograron desarrollar imponentes prototipos que compitieron en Bogotá junto con los de estudiantes universitarios nacionales y de otros países.
¿Quién lo diría?
Cinco equipos viajaron a Bogotá, los fondos fueron pocos, pero las ganas eran muchas. La felicidad hacía parte del momento y los pequeños robots estaban listos para darla toda en Corferias. Estos niños iban preparados con sus elementos básicos de reparación, llevaban algunos computadores para apoyarse en caso de ser necesario e iban con las ilusiones altas, pues jamás habían participado en un evento de talla internacional.
En medio del evento, que duró un fin de semana, tres de los cinco equipos fueron descalificados en el paso de las rondas y los otros dos continuaron en la batalla robótica. ‘Babybot’ como se llamaba uno de los robots opitas que aún estaba en competencia, requirió una pequeña donación.
‘Babybot’ necesitaba algunas piezas para seguir en competencia y estas, fueron otorgadas por uno de los robots de los equipos del colegio Liceo Santa Librada que ya no estaban en competencia. La donación fue clave para que este prototipo lograra vencer a su contrincante y pudiese conseguir el tercer lugar.
“Resulta que llegamos a seguir corriendo para la invitación que tenemos a Puebla, México este fin de semana. Empieza un nuevo sueño. Empieza un nuevo sueño donde necesitamos de tu apoyo”, narra con felicidad el profesor Manuel Fernando Ossa.
Para apoyar a estos jóvenes, que siguen buscando recursos para ir a México, puede contactarse con el docente Manuel Fernando Ossa al número 316 2288702.