Varios jóvenes trabajan de manera voluntaria desde hace más de un año para tratar de dar soluciones a los problemas sociales que vive este sector de la población en la ciudad de Neiva. Varios jóvenes trabajan de manera voluntaria desde hace más de un año para tratar de dar soluciones a los problemas sociales que vive este sector de la población en la ciudad de Neiva. Para ellos, los jóvenes deben ser los protagonistas de los cambios, en una sociedad agobiada por la descomposición social, los problemas económicos y ambientales. MILTON JAVIER GUARNIZO LA NACIÓN, NEIVA Cerca de 30 estudiantes universitarios y de bachillerato de la capital huilense hacen parte de una gran
iniciativa que busca generar cambios sociales en este sector de la población, a través del uso adecuado del tiempo libre y el desarrollo de proyectos con los que se busca que los jóvenes sean protagonistas en las soluciones a los problemas sociales que hoy viven sus comunidades. La Fundación Huellas con Sentido de Vida es una organización sin ánimo de lucro, que según su director y creador, George Scarpetta Cárdenas, busca fomentar la participación juvenil y el compromiso social ciudadano, para que sean precisamente los jóvenes quienes en muchas ocasiones son considerados el problema, los que propongan alternativas de vida distintas al consumo de drogas y el mundo delincuencial. “Lo que buscamos es adelantar proyectos que respondan a las diferentes necesidades sociales y comunitarias en nuestros barrios. Sabemos que nosotros los jóvenes debemos ser los principales actores de construcción y emprendimiento social, y estamos trabajando con programas que nos están permitiendo ser generadores de oportunidades, no sólo para nosotros mismos, sino también para el ámbito social donde nos desarrollamos, así nació huellas hace más de un año”, asegura Jorge. Para Scarpetta, el propósito de la fundación es explotar las capacidades de los jóvenes para generar alternativas a los problemas que a diario se viven en sus comunidades. A través de talleres en varias de las instituciones educativas de la ciudad, al proyecto ‘Huellas con Sentido de Vida’ se han venido sumando un importante número de estudiantes que creen en la posibilidad de trabajar por un mejor bienestar comunitario. “Los jóvenes no somos el problema, somos la solución. Nosotros queremos dar pasos de forma diferente y dejar huellas que tracen caminos que generen cambios personales, pero que trasciendan al vivir colectivo, que incentiven a creer que sí podemos salir adelante con unidad, solidaridad y arriesgándonos por nuestros sueños, sólo así podemos vivir con sentido de vida”. Los programas La Fundación Huellas con Sentido de Vida viene trabajando distintos programas, a través de los cuales busca formar jóvenes integrales. Capacitaciones, es un programa que busca generar un cambio de mentalidad en los jóvenes basada en valores, principios éticos, la importancia del núcleo familiar y la responsabilidad social en la comunidad. En algunas instituciones educativas de Neiva como el Liceo de Santa Librada, la fundación viene adelantado algunas capacitaciones en la materia. Responsabilidad Social (Reso), busca construir y consolidar una red de jóvenes de las instituciones educativas de la ciudad que prestan su servicio social, para generar un impacto positivo a nivel personal en el buen uso del tiempo libre, en pro de sus entornos y proyectos de vida. Ecomunidad, es un programa basado en la cultura verde a través de la organización de jornadas de reforestaciones, embellecimientos de parques, capacitación en nuevos modelos de producción alimentaria a través de la agricultura urbana, y sensibilizar en el cuidado y respeto de los animales. Recupearte, consiste en crear escuelas de teatro, danza, deporte, manualidades, y talleres en producción de video, sonido, ilustración, screen, fotografía, e incluso modelaje, eventos con convocatoria abierta para que las personas adquieran hábitos que den buen uso a su tiempo libre. A través de dicho trabajo se ha constituido la escuela de fútbol Club Deportivo Siglo XXI, bajo la orientación del profesor Rafael Cárdenas. Gestión, cuyo objetivo es rescatar y fomentar el emprendimiento microempresarial de los sectores sociales menos favorecidos y desatendidos por la banca, utilizando el método de asesorías y seguimiento personalizado, para que el crecimiento de las microempresas sea sostenible y se genere oportunidad de empleo. Dona tu libro, consiste en la recolección de libros para la infancia que se encuentren en buen estado, para el fortalecimiento de bibliotecas de escuelas de estrato uno y dos. “El propósito es incentivar el hábito de la lectura, pero que esto se vaya consolidando y se proyecte como un programa de la fundación”, aseguró Diego Felipe Bahamón, miembro de la organización. Sonrisas ‘Con Sentido de Vida’ Sin duda uno de los programas que ha generado mayor impacto en la comunidad es el de ‘Doctor Corazón’. A través de los dibujos, las pinturas y lo más importante, la risa, tratan de brindar un momento de alegría a los pacientes con enfermedades crónicas o terminales que permanecen en el área de pediatría, hospitalización e infectología del Hospital Universitario de Neiva. “Consiste en mejorar la salud emocional del paciente, y así se refleje una mejoría en su salud física. Trabajamos con los niños por medio de la riso-terapia, que consiste en disfrazarnos de payamédicos (médicos de la risa)”. Para Ángela, indiscutiblemente se crea un vínculo con los niños, se tejen lazos de afecto porque lo que ellos realizan cada sábado es un trabajo que “se hace con el corazón”. “inevitablemente se crea un vínculo con ellos. Nuestro principal objetivo es lograr distraer al niño de la enfermedad, que se olviden por un momento de ese dolor físico. Tratamos de que los niños no pierdan ese don asombroso de reír desde el alma; vemos el lado humano de la enfermedad, el niño como un ser que siente, sueña, que lucha y nos recuerda lo valiosa que es la vida”. Para continuar este trabajo, George, Ángela y todo el equipo humano de la fundación, hace un llamado a la solidaridad de la comunidad, pues la mayoría de los programas no cuenta con los recursos suficientes para su ejecución. Ellos dependen de las donaciones y de los pocos recursos que salen de sus propios bolsillos.