No se han posesionado los actuales mandatarios locales y ya se comienzan a jugar los primeros pulsos políticos. Aunque se creía que el trabajo de alcaldes y gobernador iniciaba en firme a partir del día primero de enero, la verdad es que las decisiones sobre el futuro de la administración se están tomando desde hace semanas, incluso desde el mismo 25 de octubre.
Conformación de gabinete, asesorías, evaluación de proyectos, análisis de cuentas, y, como no, la gran medida de fuerza por la elección de contralores y personeros, son algunas de las muchas acciones de gobierno que sin haber asumido, ya se deben concretar. En ellas, como todos lo sabemos, se comienza a denotar cómo serán los 4 años de ejercicio, y si se cumplirán o no las expectativas generadas en campaña.
Una de las principales “papas calientes” es, precisamente, la forma en cómo se va a configurar el gabinete para que la administración fluya. Los nuevos gobernantes necesitarán gente de confianza que les garantice el cumplimiento de los objetivos; gente competente, de criterio, con experiencia, y sobre todo, con visión y con espíritu para sacar las consignas adelante. No obstante, y como ya se sabe, también habrá uno que otro “sapo” que deberán tragarse para cumplir con las mal llamadas “cuotas” políticas. No crean, una alcaldía, por muy pequeña que sea, requirió de un equipo y de una maquinaria bastante considerable para alcanzarse; y como ya es absolutamente conocido, no siempre se puede contar con la gente más idónea al lado para gobernar, sino que de vez en vez, y más aún cuando la victoria requirió de un mayor número de manos, se debe cumplir con pactos hechos, y con compromisos adquiridos.
Las palabras sobran, ya ustedes sabrán.
Otro papelón que se viene pierna arriba es la elección de personeros y contralores. Aunque para algunos gobernantes esto no tiene mayor relevancia pues tienen bastante claro el concepto de la independencia de poderes y criterios, para otros, especialmente aquellos con bastante cola que les pisen, ubicar específicamente a un personero puede ser un comodín para asegurar varias prebendas chanchulleras. Para ello ya han comenzado el juego de toma y dame con concejales y demás, buscando mover de la mejor manera sus fichas.
Cabe señalar que los procesos de selección se han hecho con la mediación de instituciones de educación superior, reconocidas y acreditadas. Se busca garantizar, entonces, un margen de independencia, como mínimo, lo cual no evita que siempre surjan comentarios y suspicacias. Algo sano, a mi modo de ver, aún más cuando se trata de temas tan trascendentales.
Para los casos de Neiva y el Huila, afortunadamente, los candidatos que se muestran más opcionados para llegar a la Personería y Contraloría, son profesionales con una interesante hoja de vida. Caso contrario a lo que ocurre en algunos municipios, donde según me han informado, reina la prevalencia por saltimbanquis politiqueros que no tienen ni la preparación ni los méritos para asumir un cargo de tan considerable importancia.
Llega entonces la temporada de generar los primeros impactos de opinión. Algunos gobiernos aseguraron un inicio sólido, organizando un equipo serio y conciso. Otros, lastimosamente, aún no encuentran la manera de articular sus mejores piezas y esto les costará los primeros errores.
Todo se reduce a un juego de poderes, donde los primeros movimientos son definitivos.