Es uno de los juegos más conocidos del mundo, existe hace siglos, encanta a multitudes y ha generado o desintegrado fortunas. Pero pocos lo conocen con este nombre fuera de USA, donde fue apodado así.
Sucede que cuando se suman todos los números de una mesa de ruleta, que de ella se trata, el resultado es “666”, la cifra mística que representaría al mismísimo Satán. Sin duda, una trivial casualidad, pero que no pasó desapercibida para algunos observadores.
Su origen no está claro
Algunos historiadores creen que es un juego inventado por sacerdotes del Oriente. Dicen que está basada en un antiguo juego chino que incluye 37 figuras de animales en un cuadro con números que suman 666. Fue descubierto por monjes dominicanos conocedores de las particularidades de la vida en china, quienes lo llevaron a Europa con ciertos cambios.
También hay antecedentes en la antigua Grecia de antes de Cristo y en la Roma imperial. Los griegos solían dibujar símbolos en el reverso de un escudo y lo ponían en el suelo con una flecha al lado. Hacían girar el escudo y apostaban a qué símbolo se detendría frente a la flecha.
Igualmente, los comandantes romanos permitían que sus soldados se divirtieran participando en juegos de azar. Algunos de estos juegos implicaban girar una rueda de carro, algo muy parecido a jugar ruleta.
Tiempos modernos
También es posible que la ruleta sea una combinación de otras formas de entretenimiento practicadas siglos atrás con platos giratorios, como las inglesas “Roly Poly” o “Ace of Hearts”.
Pero existe consenso respecto a que la ruleta como la conocemos hoy o casi, fue inventada en Francia por el matemático y físico Blas Pascal, quien en el siglo XVII desarrolló el cálculo de probabilidades, y mientras experimentaba con el objetivo de conseguir un equilibrio y movimiento constantes al hacer girar una bolita. Por su país de origen vendría su nombre: “Roulette”, traducible como “Ruedita”.
La primera ruleta con un “cero” se instaló en el casino de Montecarlo gracias a la familia Blanc, y se llamó “Ruleta francesa”. En el siglo XIX desembarca en Estados Unidos, y (no sin sortear prohibiciones) se populariza gracias a los viajes a lo largo del río Misisipi, llegando a varias regiones. Y le fue agregado un cero más.
Desde entonces el crecimiento de su popularidad fue explosivo, convirtiéndose en el juego-estrella de los casinos que se multiplicaron por el mundo, y más tarde haciéndose “virtual” gracias a esta revolución digital 4.0. Hoy puede jugarse desde la comodidad del hogar, incluso en una modalidad “híbrida”: con croupiers reales, en vivo, lo cual le quita el frío automatismo de lo puramente virtual y le da ese toque humano que puede percibirse en un casino físico.
Como sea, la querida ruleta ha perdurado a través de los siglos, y sigue sumando novedades para adaptarse a cada época, por lo que podremos seguir disfrutando responsablemente de ella por mucho tiempo más.