La advertencia que emitió internamente el Ejército Nacional sobre un atentado terrorista que se estaría preparando mediante la modalidad de carro bomba en varias ciudades del país, entre ellas Neiva, es un campanazo de alerta que no puede pasar por alto.
Aunque ayer el comandante de las Fuerzas Militares, el general Helder Fernán Giraldo Bonilla, salió a decir públicamente que la alerta “no es para generar pánico en la población civil”, ello no le resta gravedad al asunto. Se trata de un episodio que tiene que ver con la seguridad de los ciudadanos y la integridad de los mismos integrantes de la Fuerza Pública.
Para producirse una alerta de esta naturaleza, los organismos de seguridad del Estado evalúan, primero, la calidad de la información y la seriedad de sus fuentes. También determinan si la información fue obtenida por medios técnicos. Analistas compilan datos, cruzan información, recaban en fuentes humanas y generan informes, que a su vez son analizados y sometidos a verificación. Por eso, al radiograma 2024515013498973 que emitió desde Ibagué la Quinta División del Ejército para sus brigadas en Neiva, Tunja, Armenia, Bogotá y Chaparral, Tolima, no se le puede restar importancia. Es además la confirmación de los planes criminales producto del fortalecimiento de las disidencias de las Farc al mando de ‘Iván Mordisco’.
Como es bien sabido, las disidencias de ‘Mordisco’ tuvieron prácticamente todo 2023 para fortalecerse militarmente a la sombra de la política de ‘Paz total’ del Gobierno de Gustavo Petro. Y tanto la Policía como el Ejército lo saben perfectamente.
Por eso, tras conocerse públicamente esta alerta, lo que deben hacer las autoridades es reforzar las labores de vigilancia e inteligencia para neutralizar no solo este posible atentado terrorista sino cualquier otra amenaza que provenga de grupos ilegalmente armados en todo el país.
