No será nada fácil el segundo semestre para el Atlético Huila. Hemos vuelto a las olvidables épocas de sufrir cada fecha por la tabla del descenso, como no ocurría desde hace varios años, por obra y gracia de un muy mal primer torneo del 2013 y la evidente equivocación de los directivos (ahora sí dueños capitalistas) de persistir con un técnico que, con todo respeto por su trayectoria, no es el llamado hoy a adecuarse a nuevas dinámicas que tiene el fútbol y que, él mismo, insistió hasta la terquedad con un onceno y un esquema claramente perdedor.
Se intenta entonces remozar esa visión con un hombre ya repetido también en diversos clubes, incluyendo al mismo Atlético Huila, pero al que creemos que sí es más flexible en sus posturas y sabe que el reto será, sobre todo, alejar al equipo de esa zona terrible y, de ser posible, ponerlo a jugar la fase final.
Javier Álvarez, un hombre que estuvo en el curubito de la dirección técnica nacional luego de consagrarse con el Once Caldas en 1998 como campeón profesional a tal punto que lideró la Selección Colombia de Mayores. Periplo que, valga recordarlo, terminó estrepitosamente con el famoso 9-0 que nos propinó Brasil en las eliminatorias a los Juegos Olímpicos de Sidney 2000. Aunque volvió por la senda triunfadora en 2009 con nuevo título para el Once Caldas.
Como lo ha dicho el mismo Álvarez, se trata de un gran compromiso para intentar llevar de nuevo al onceno verde amarillo a lugares de privilegio como los que ya hemos tenido. Y un reto para él mismo, puesto que su antecedente acá no es nada bueno: entre el 2 de septiembre del 2007 y el 28 de septiembre del 2008 dirigió 39 partidos de los cuales solo ganó 9, empató 12 y perdió 18 cotejos.
Por supuesto que habrá revolcón entre la nómina de jugadores, con elementos francamente costosos comparados con sus pobres resultados individuales como el caso del volate Leonardo López, el más costoso de la institución pero que solo ha actuado en esta temporada en tres partidos, historia que ya había repetido con Tolima y con Junior de Barranquilla. El grupo, que está de vacaciones obligadas, volverá a prácticas el 26 de junio cuando ya el técnico Álvarez sabrá muy bien el camino a seguir.
Pero no se trata solo del DT: el cuadro directivo deberá sopesar muy bien todas las decisiones en materia tanto de salida como de llegada de jugadores, que no solo aporten futbolísticamente sino que también sean factor de mercadeo y comercialización, tanto para incitar a la hinchada a volver a las épocas de la “fiebre amarilla” como para encontrar patrocinios significativos en el mundo publicitario. El fútbol, como gran motor de marca, no solo depende de resultados y buen rendimiento de los equipos en las tablas de posiciones, sino también que se nutre del merchandising, de la imagen, del show business y de la televisión como generador de ingresos alrededor de nombres y figuras.
“El fútbol, como gran motor de marca, no solo depende de resultados y buen rendimiento de los equipos en las tablas de posiciones…”
Editorialito
Después de un largo y enredado proceso, la Escuela Superior de Administración Pública (Esap) pudo superar la interinidad en la dirección territorial. El cargo lo ocupará el contador José Eduardo Corredor, quien ganó el primer lugar, pese a las presiones políticas que se venían ejerciendo. Buen viento y buena mar.