El poker es uno de los juegos más atractivos, divertidos, entretenidos y adictivos con los que uno se puede encontrar si es amante del ocio, el juego y las apuestas, ya sea de manera presencial como también virtual.
Todos seguramente recordamos alguna publicidad de poker, referencias en películas o series y hasta incluso alguna partida de la que hemos participado en alguna ocasión que el tiempo o la curiosidad nos llevaban hacia esos lugares.
Sin embargo, no son muchos los que se adentran en ese magnífico y atrapante universo, sumergiéndose en la teoría o la práctica que los lleva a aprender jugadas de poker y manos de poker.
Es que no es para nada sencillo saber cuáles son las que pueden garantizarnos o, al menos, acercarnos a una victoria. No hay que olvidar, claro, que se trata de un juego que tiene un componente azaroso y que no es tan sencillo como algunos quieren plantearlo.
Por ello, muchos especialistas y expertos en la materia advierten que el póker no se trata tanto de la matemática, sino de la heurística. Así es, por más que muchos se enfaden o intenten refutarlo, el póker está mucho más vinculado a la heurística y es hora de derribar mitos.
Mientras la tecnología avanza a pasos agigantados, el juego online cobra un profesionalismo y una dimensión impensados hace pocos años. Para colmo y beneficio de este sector, la pandemia del coronavirus trajo consigo -entre muchas otras desgracias, por supuesto- restricciones a la circulación que atentaron contra las salas de juego presenciales y, por el contrario, avivaron la llama del juego online.
Y acompañando a esa creciente ola de usuarios y fanáticos que se unen al inmenso océano del juego online, los jugadores de póker principiantes son presas fáciles y usualmente resultan engañados por falsos expertos que aseguran saber todos los trucos del juego. Y, por supuesto, nunca es así.
Los jugadores principiantes que superan el aspecto psicológico del juego eventualmente se enamoran de las matemáticas del juego, y nunca salen al otro lado, como jugadores reales. Es un caso clásico de parálisis por análisis.
Se pueden utilizar las matemáticas para mejorar la comprensión general del juego y, posteriormente, el juego, pero el tiempo dedicado a las matemáticas no suele ser tan gratificante en comparación con el tiempo dedicado a la práctica del juego.
Ahí es donde muchos principiantes fallan. Olvidan que la práctica está por encima de la teoría.
Las matemáticas hacen un gran trabajo al explicar el póquer en retrospectiva, pero eliminan todos los factores externos que influyen en la decisión. Las matemáticas matan el aspecto humano del juego, lo que lo hace extremadamente valioso para el análisis.
¿Por qué es importante resaltar esto? La mayoría de los principiantes abusan del análisis matemático y dejan de lado la práctica. Que quede claro: éste suele ser muy bueno para recolectar datos, establecer parámetros, detectar fallas y anticipar movimientos; pero siempre a largo plazo, sabiendo que nuestro rival será el mismo de manera repetida y continuada. Algo improbable en un torneo de poker.
Por eso, a la hora de investigar las mejores jugadas de poker y manos de poker es necesario tener en cuenta que la heurística se encuentra por encima del análisis matemático. Y siempre va a ser mucho más rentable dedicar el tiempo a ganar experiencia en una mesa jugando, apostando, ganando y hasta perdiendo, que hacerlo detrás de datos y análisis que poco servirán en el fragor del juego.