La conferencia sobre el clima de Varsovia alcanzó este sábado un acuerdo de principios que sienta la bases de la gran cita de 2015 en París, donde debería aprobarse un texto para limitar el calentamiento global a 2ºC.
El acuerdo culmina más de 30 horas seguidas de negociaciones en el gran estadio de Varsovia, donde se celebraba la conferencia que reunía a más de 190 países y debía finalizar oficialmente el pasado viernes.
"Justo a tiempo, los negociadores en Varsovia han hecho lo necesario para que este proceso siga avanzando", comentó Jennifer Morgan, directora del centro de investigaciones World Resources Institute (WRI).
"Los representantes de los diferentes países ahora tienen que volver a sus casas y hacer progresar significativamente sus propuestas (en materia de lucha contra el calentamiento global) que se convertirán en la columna vertebral de un nuevo acuerdo sobre el clima", añadió.
El objetivo de la conferencia de Varsovia era lanzar el proceso que debe conducir hasta la cita de París en 2015, donde se espera alcanzar el acuerdo más ambicioso jamás sellado para limitar el calentamiento climático.
Por primera vez, este acuerdo, que entraría en vigor en 2020, implicaría a todos los países, sería legalmente vinculante y lo suficientemente ambicioso para limitar el calentamiento del planeta a 2ºC respecto a la era preindustrial.
Según los expertos, si se sigue la tendencia actual la temperatura subiría casi 4°C.
Pero la negociaciones chocaron durante todo el día contra la discrepancia entre China e India por una parte, y la Unión Europa y Estados Unidos por otra, sobre la formulación del texto.
China e India insistieron en seguir siendo consideradas como "países en desarrollo" y por lo tanto no tener que hacer tantos esfuerzos como los países industrializados en materia de lucha contra el calentamiento.
El negociador chino, Su Wei, se mostró entre otros "muy preocupado" por el hecho de que el texto propusiera que todas las partes tomaran "compromisos" en materia de lucha contra el calentamiento global.
La tensión subió hasta el punto de poner en peligro la conclusión de un acuerdo.
Los negociadores de los principales países, entre los cuales China, India y Estados Unidos, se reunieron entonces en un rincón de la sala de conferencia y negociaron durante más de una hora una formulación de consenso.
En vez de "compromisos", el texto aprobado habla de "contribuciones" -una formulación mucho menos fuerte- que los países deberán presentar.
También pide a los países comunicar sus contribuciones "mucho antes" de la conferencia de París para que se puedan evaluar, "en el primer trimestre de 2015 para las partes que estén listas".
La conferencia también aprobó un texto sobre la ayuda financiera a los países del Sur, aunque no respondió a las exigencias de estos, quienes querían más visibilidad sobre la movilización de 100.000 millones de dólares anuales de aquí a 2020 para ayudarles a enfrentar el cambio climático.
El acuerdo no fija ningún objetivo intermediario. La única concesión de los países ricos es que "urge" a los países desarrollados a "seguir movilizando dinero público, a niveles superiores" a la ayuda de urgencia decidida para 2010-2012, es decir 10.000 millones de dólares anuales.
"Esta conferencia debía ser la conferencia de las finanzas", declaró a la AFP el negociador de Bangladesh, Qamrul Chowdhury.
Por último se aprobó un acuerdo sobre un mecanismo relativo a las "pérdidas y daños" sufridos por los países del Sur debido al calentamiento, que las acciones ya en marcha no podrán detener.
Estos últimos querían un nuevo órgano pero los países ricos, que temen entrar en una lógica de "reparaciones", querían que fuera asociado a los mecanismos ya existentes sobre la "adaptación" al cambio climático.
Se logró un compromiso y el "mecanismo de Varsovia" estará asociado a aquellos dedicados a la adaptación hasta una "revisión" en 2016.
El desarrollo sostenible a debate en el Foro Mundial de Ciencias en Brasil
Unos 700 científicos de 120 países arribarán desde el domingo a Rio de Janeiro para debatir sobre las posibilidades de desarrollo sostenible en el seno del Foro Mundial de Ciencias, que se realiza por primera vez en Sudamérica.
Entre el 24 y el 27 de noviembre, el foro, con una orientación muy fuerte al establecimiento de políticas científicas, tratará temas como la cooperación y seguridad para el suministro del agua, tecnología para reducir los riesgos y daños tras catástrofes naturales, así como la promoción de la ciencia en jóvenes.
El Foro Mundial de Ciencias 2013 (World Science Forum) se realiza por primera vez fuera de Budapest, ciudad donde se ha albergado consecutivamente desde su instauración en 2003, y permitirá continuar con las discusiones sobre desarrollo sostenible iniciadas en la Conferencia Rio+20, un área en la que destaca particularmente la ciencia brasileña.
Se prevé una declaración de Brasil y otra de América Latina y el Caribe, que harán hincapié en la inclusión social, la ciencia como herramienta para reducir la pobreza y luchar contra la desigualdad y la necesidad de mejorar todos los niveles de la educación en el continente.
También se abordará el papel de la mujer en la ciencia, la necesidad de rentabilizar pero no destruir la biodiversidad o la seguridad alimentaria y energética, entre otros.
El foro se celebra cada dos años y reúne a científicos, diseñadores de políticas, miembros de organizaciones no gubernamentales, instituciones de educación e investigación y periodistas científicos que convertirán por unos días a Rio en la capital mundial de la ciencia.
La elección de Rio como sede del evento es un reconocimiento de que la ciudad "está dando grandes pasos en su política para que se reconozca a la ciencia brasileña, que sirva para la sociedad y para corregir las desigualdades existentes", dijo el secretario ejecutivo del Ministerio de Ciencia y Tecnología brasileño, Luiz Antonio Elias, a la AFP.
El Foro está organizado por la Academia Brasileña de Ciencias (ABC) en colaboración con la Academia Húngara de Ciencias , la UNESCO, el Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU), la Academia Europea de Ciencia (EASAC) y la Asociación Estadounidense para el Progreso de la Ciencia (AAAS).
Miembros de Greenpeace podrán partir de Rusia cuando terminen procedimientos
Los tripulantes del barco de Greenpeace detenidos en septiembre en territorio ruso que salieron de prisión en los últimos días podrán abandonar Rusia cuando terminen los procedimientos jurídicos, declaró el sábado el jefe de la administración presidencial rusa.
"En cuanto las cuestiones (jurídicas) sobre la forma en que podrán salir de Rusia hayan sido resueltas, creo que partirán (del territorio ruso), nadie los retendrá", declaró Serguei Ivanov, refiriéndose a la falta de visas rusas para los miembros extranjeros de la tripulación, de acuerdo con la agencia pública Ria Novosti.
El Tribunal del Mar, con sede en Hamburgo, solicitó a Rusia que autorice a "todas las personas que han sido detenidas (…) a abandonar el territorio y las zonas marítimas dependientes de su jurisdicción", a cambio de una fianza de 3,6 millones de euros. También le pidió que libere al barco con el que estos militantes llevaron a cabo una acción contra una plataforma petrolera rusa en el Ártico.
Moscú rechazó dicho fallo, por considerar que este caso "no está bajo la jurisdicción del Tribunal Internacional".
El jefe de la administración presidencial rusa reiteró que Moscú, que boicoteó el proceso de esta jurisdicción de las Naciones Unidas competente para resolver los litigios marítimos internacionales, no reconoce la competencia del tribunal en este contencioso.
Rusia no reaccionará "de ninguna manera, nosotros no tenemos intenciones de participar en ese juicio", agregó Ivanov.
"En este momento, 29 se han beneficiado de una decisión de liberación bajo fianza, 23 ya han sido liberados. Nuestros colegas rusos han vuelto con sus familias en Moscú, pero el resto de nuestros colegas no puede abandonar el país", declaró el viernes el director ejecutivo de Greenpeace, Kumi Naidoo, en Hamburgo.
Se trata del capitán del "Arctic Sunrise", el estadounidense Peter Willcox, del argentino Miguel Hernán Pérez Orsi, y de 13 militantes más, quienes salieron del centro de detención de San Petersburgo tras la entrega de su fianza, de dos millones de rublos (45.000) euros por persona.
La justicia rusa también concedió este viernes la libertad bajo fianza a otros tres activistas, por lo que el número de militantes que se beneficiaron de esta medida asciende a 29.
Solo el australiano Colin Russell vio su pena de prisión provisional prolongada tres meses, hasta el 24 de febrero. El embajador australiano en Rusia anunció que recurriría la decisión y se mostró confiado en que será revocada.