La Nación
La corrupción es muerte 1 25 septiembre, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

La corrupción es muerte

La corrupción es un cáncer que afecta profundamente la sociedad colombiana, especialmente en departamentos como el Huila, donde la desconfianza en las instituciones y la percepción de impunidad son  cada vez más alarmantes.

Sin embargo, es fundamental entender que combatir la corrupción no es una tarea exclusiva de las autoridades o entidades de control, instituciones cada vez más politizadas y corruptas, sino que esta debe ser una responsabilidad que debe ser asumida por todos los ciudadanos.

En regiones como la nuestra también es común asociar la corrupción a enfrentamientos partidistas o venganzas entre políticos. Los señalamientos de los ciudadanos ante un acto de corrupción se endurecen o ablandan dependiendo de la afinidad que se tenga con ese gobernante.

Gran parte del problema tiene que ver con que, a nivel general, la sociedad interpreta que la corrupción no los afecta directamente y que es una especie de espectro que aparece de vez en cuando en los informes de prensa o noticieros.  No es solo que se roben los dineros del arreglo de las vías, o del programa de alimentación escolar, o de los programas de salud, o que se compren camiones inservibles para los bomberos, realmente la afectación va más allá de lo económico; cada acto de corrupción ha producido en Neiva y el Huila, muertes, enfermedades, desempleo, hambre, delincuencia, desesperanza, migración y claramente más corrupción.

Por eso debemos asumir con contundencia la lucha contra la corrupción, contribuir a fortalecer la democracia y garantizar que los recursos públicos sean utilizados de manera efectiva y justa. Además de los políticos corruptos, también debemos denunciar a los fiscales, jueces, personeros, contralores, procuradores y todos quienes los protegen y garantizan un permanente panorama de corrupción.

Combatir la corrupción tiene múltiples beneficios. En primer lugar, permite recuperar recursos públicos desviados y dirigirlos hacia proyectos que beneficien a la comunidad. Además, ayuda a erradicar la impunidad y a justiciar casos de corrupción, lo que contribuye a restaurar la confianza en las instituciones.

Definitivamente combatir la corrupción es una tarea colectiva que requiere la participación activa de todos los ciudadanos. Debemos unirnos en esta lucha para construir una sociedad más justa, transparente y próspera. La responsabilidad es nuestra, nadie va a venir a salvarnos, todos tenemos que actuar y pararnos de frente contra quienes nos han hecho tanto dañó. La tarea está en nuestras manos.