Después de afrontar diversos retos, entre ellos los abusos y hechos de corrupción durante la vida del actual sistema, así como la necesidad de responder a crisis sanitarias como la pandemia del COVID-19, la salud en Colombia hoy en día agoniza. Un reflejo de esta crisis es el incremento superior al 40% en las tutelas y reclamaciones por la no prestación de servicios de salud y la negación en la entrega de medicamentos, como la insulina, que lleva meses sin disponibilidad.
A pesar de que las EPS más grandes del país están intervenidas por el Gobierno desde hace más de un año, su comportamiento ha sido sumamente deficiente, lo que se ha traducido en un deterioro progresivo de sus funciones. Esto ha llevado al cierre de servicios y a la negativa por parte de los prestadores de atención a los pacientes, con excepción de las urgencias.
Retrasos en tratamientos contra el cáncer, aplazamientos de cirugías y cancelación de servicios de consulta externa de especialidades, son algunas de las consecuencias de la crisis actual. La promesa incumplida de pagar el 80% de lo facturado a las entidades prestadoras de salud por parte de estas EPS, el aumento desmesurado de las glosas y, en general, la cesación de pagos, tienen al sistema de salud en jaque.
Y lo peor de todo es que no se vislumbra una solución pronta ya que se necesitarían cerca de 10 billones de pesos adicionales para solventar las deudas acumuladas en los últimos años, un dinero que no aparece. Como dice la canción, no se le ven las ganas al gobierno del “cambio” de solucionarlo.
Quizás la propuesta actual sea generar mayor caos, asfixiar el sistema y forzar una salida suicida: el actual proyecto de reforma a la salud, impulsado por el Gobierno, el cual ha sido aplazado hasta el año entrante por no contar con el respaldo suficiente.
No es fácil encontrar una solución. Lo cierto es que podríamos lograr una mejor reforma al sistema si buscáramos consensos y acuerdos con todos los actores involucrados. Sin embargo, para el actual Gobierno parece pesar más la ideología que la búsqueda de una solución real.