Fueron varias las personas que en los días previos de la pasada fiesta de Navidad, le hicieron seguimiento a las emisoras de Neiva para establecer si dentro de la programación musical, incluían la hermosa canción ‘Campanas de Navidad’, compuesta por el huilense Jorge Villamil Cordovez, el compositor de Las Américas. Algunos ya habían hecho lo mismo en junio pasado, durante el Festival del Bambuco con las canciones Llegó San Pedro y Sampedreando, también de Villamil. En ambas oportunidades la decepción fue total demostrando que en la tierra de nuestro gran compositor existe el olvido total de su legado musical hasta por los medios radiales de comunicación.
Cuando esta información me llegó, inmediatamente me hizo recordar un hecho del cual fuimos testigos cuatro huilenses en México. Estando en la ciudad de Puebla en 2015, gran epicentro de la cultura mejicana, entramos un día a almorzar a un gran restaurante que a esa hora era amenizado por un trío que desde una tarima interpretaba bellas canciones de ese país. De pronto, ante la sorpresa nuestra, anunciaron que en seguida tocarían dos canciones del compositor colombiano Jorge Villamil Cordovez: Llamarada y Llorando por Amor. Cuando terminaron de hacerlo fui hasta ellos para decirles que era colombiano y que les agradecía la interpretación que habían hecho de canciones de Villamil. Me respondieron que en todo México se valoraba y se disfrutaba de su obra musical y que más adelante tocarían otras dos canciones suyas, como en efecto lo hicieron con las canciones: Me llevarás en Ti y Recordar es Vivir. Este hecho nos impactó haciendo inolvidable el viaje por ese país del norte, pero lo lleva a uno sentir desilusión por el olvido en que muchos tienen en el Huila al maestro Villamil, aún en Neiva, su tierra natal, en donde se encuentra el Museo que exhibe su gran legado.
A propósito, cuento una historia desobligante que me ocurrió siendo catedrático en Corhuila en 2016. Un día al terminar el tema de clase les pregunté a los estudiantes, quién era Jorge Villamil Cordovez. Todos guardaron silencio. De pronto una estudiante, alzó la mano para decirme que era un cantante del Tolima. Si esto ocurre con el maestro Jorge Villamil, ni hablar de los demás compositores huilenses que cuyas composiciones han engrandecido el alma huilense.
En el Huila, no tenemos arraigo y amor por la huilensidad. Olvidamos los legados musicales de nuestros numerosos compositores, así como la gastronomía, el sanjuanero, el rajaleñas, las artesanías (como el sombrero suaza) y muchas otras manifestaciones de lo que es la cultura regional que constituyen el alma de lo que hemos sido y somos. En Antioquia se acaba de elaborar un proyecto de Ordenanza para la aprobación de la Asamblea Departamental, destinada a concretar políticas públicas para preservar lo que para los paisas es la ‘antioqueñidad’. Qué valioso ejemplo nos da ese Departamento. En el Huila miramos para otro lado.