Eduardo Gutiérrez Arias
Con el apoyo de países consumidores como Suiza, Alemania e Italia, se celebró en la ciudad de Neiva la Primera Feria Internacional del Café, el Cacao y Muestra de Agroturismo, durante los días 2, 3, 4 y 5 de septiembre, evento que tuvo como sede el Centro de Convenciones José Eustasio Rivera, con un gran éxito y un alto cumplimiento de metas. Por encima de los serios quebrantos de salud, tanto personales como de su esposa, el gobernador Luis Enrique Dussán sigue en su esfuerzo por sacar adelante el plan de desarrollo departamental “Huila Crece 2020 – 2023” que se convirtiera en la ordenanza 20 de 2020 y en el cual el desarrollo agropecuario es una prioridad.
Huila ha avanzado significativamente en producción cafetera y se mantiene como el primer productor con el 18.3% de la cosecha nacional. Su área sembrada se aproxima a las 150.000 hectáreas de las que viven alrededor de 83.000 productores, con un promedio de 1.8 hectáreas por productor. Ante la limitada extensión de sus parcelas, los cafeteros hacen ingentes esfuerzos por elevar la calidad de su producto, buscando por este medio mejorar el precio de su cosecha. La densificación también ha mejorado y la mayoría de fincas pasa de 4.000 matas por hectárea. Esto ha incrementado su producción. La cosecha en el 2020 llegó a 153.180 toneladas. Los estimativos del Comité de Cafeteros es que en el 2021 esta podría alcanzar los 2.5 billones de pesos, con un incremento del 25% frente al año anterior, permitiéndole a los cultivadores resarcir pérdidas anteriores y dejándole algún remanente para mejorar sus sistemas productivos.
El cacao, cultivo también priorizado en los planes de competitividad del Huila, no registra mejoramientos significativos. Su área sembrada actual se aproxima a las 9.600 hectáreas y la producción anual es de 4.197 toneladas con una rendimiento promedio por hectárea de 440 kilos, muy por debajo de países Lideres donde la producción por hectárea es superior a los 1.000 kilos. El 90% de nuestra cosecha es de cacaos ordinarios, no hay un esfuerzo por mejorar la calidad con cacaos finos y de aroma. A diferencia del café donde la renovación se viene dando sistemáticamente, la mayoría de nuestros cacaotales tienen edades por encima de los 25 años. La asistencia técnica, que la ley establece como obligatoria para pequeños y medianos productores, es inexistente o muy deficiente, y eso se observa en la selección de variedades para la siembra, los sistemas de riego por gravedad que degradan el suelo, la bajísima densificación y el uso de sombrío no productivo, que podría mejorar la economía de la finca si se utilizaran arboles maderables. El Huila tiene grandes potencialidades, pero mucho que cambiar en su cultura cacaotera.
