En un mundo donde los valores parecen desvanecerse, la historia de Mauricio Pérez brilla como un faro de honestidad. Este zapatero en Neiva se volvió viral tras un testimonio en las redes sociales de LA NACIÓN. Un cliente compartió cómo, al recoger un par de zapatos reparados, Mauricio le devolvió una suma de dinero que había olvidado en su interior. Descubra la historia de un hombre que, con su ejemplo, nos invita a reflexionar sobre la importancia de los valores en nuestra vida cotidiana.
Hernán Guillermo Galindo M
hernan.galindo@lanacion.com.co
En un mundo donde el éxito a menudo se asocia con aprovecharse de los demás, la historia de Mauricio Pérez resalta la crisis de valores que enfrenta nuestra sociedad. La familia, como base de la educación en valores, tiene un papel crucial en este contexto. La Real Academia Española define la honestidad como decencia y rectitud, lo que nos lleva a cuestionar nuestras percepciones de lo correcto. La honestidad no es un concepto innato; los niños no nacen entendiendo su significado, y es responsabilidad de los adultos guiarlos en su aprendizaje. Fomentar la honestidad es esencial para que los niños desarrollen confianza y aprendan a convivir en armonía.
No podemos exigir honestidad a los niños, si nosotros, como padres y educadores, no la practicamos. Nuestra conducta debe ser un reflejo de los valores que deseamos inculcar. Mauricio es un ejemplo de integridad; vive con honestidad y se siente incómodo ante las injusticias que muchos aceptan como normales. Su deseo de ser un referente en un mundo lleno de desconfianza es inspirador.
La historia de Mauricio Pérez Urrea nos invita a revalorar la honestidad y los principios que deben guiar nuestras vidas. Solo a través de un esfuerzo colectivo por ser ejemplos de integridad podremos construir un futuro más justo y confiable para las próximas generaciones.
Se vuelve viral
El caso de Mauricio Pérez, dueño de la zapatería “Zapatero a tus Zapatos”, salió a la luz, luego que un cliente compartió su experiencia tras llevar un par de zapatos para reparación, con un costo acordado de 28.000 pesos. Mauricio lo llamó antes de la fecha acordada para informarle que había encontrado una suma considerable de dinero en el interior del calzado.
Al llegar a la zapatería, el cliente se sorprendió al descubrir que estaban los 1.200.000 pesos que alguna vez guardó en sus zapatos. “No lo podía creer, encontrar una suma así hoy en día es como ganarse un premio”, expresó. LA NACIÓN le preguntó a Mauricio si había considerado quedarse con el dinero. Su respuesta fue clara: “¿Para qué quedarse con lo que no le pertenece?”. Recalcó la importancia de la honestidad en su trabajo, destacando que siempre realiza un proceso de verificación al recibir calzado, y que, en caso de encontrar dinero, lo primero que hace es contactar al cliente.
Este no es un caso aislado para Mauricio; ha tenido múltiples experiencias que subrayan su integridad. En una ocasión, devolvió 3 millones de pesos que una clienta olvidó en su bolso. Durante la pandemia, encontró 320.000 pesos junto con un recibo de servicio público y, al llamar a la clienta, ella le confesó que era para cubrir ese pago. En un gesto de confianza, le regaló 120.000 y le prestó 200.000, que Mauricio devolvió una vez que la clienta regresó de Bogotá.
El compromiso de Mauricio con la honestidad y la confianza resalta la relevancia de estos valores en su negocio familiar. En un mundo donde la honestidad puede escasear, su actuar demuestra que aún hay quienes eligen hacer lo correcto.
Por el camino del bien
Decidimos conocer a Jorge Mauricio Pérez Urrea, de 54 años de edad, quien ha llamado la atención de muchos tras su historia en redes sociales. Originario de Bogotá en donde residió en Fontibón y Versalles, y más recientemente en Patio Bonito, Mauricio se estableció en Neiva, en el barrio el Jardín , donde su zapatería se ha convertido en un punto de encuentro comunitario.
Desde pequeño, fue guiado por los valores de honestidad y responsabilidad que le inculcaron sus padres. A pesar de haber tenido diversos empleos al llegar a la capital del Huila, fue aquí donde encontró su verdadera vocación en la zapatería, aprendiendo el oficio en el barrio Ventilador. Su negocio familiar no solo refleja su dedicación al arte de la zapatería, sino también su compromiso con la comunidad.
La honestidad compartida
Mauricio Pérez es un firme defensor de la honestidad, un valor que ha guiado su vida y su entorno. “Me molesta ver a personas que se aprovechan de otros sin pudor”, afirma con firmeza. Para él, la honestidad no es solo una elección, sino un compromiso diario que orienta sus acciones.
Cada mañana, Mauricio comienza su día con una oración, deseando que todo salga bien. “No es coherente orar y luego actuar mal”, sostiene. Para él, la congruencia entre palabras y acciones es fundamental. “Siempre hay que intentar hacer el bien”, subraya.
Estos valores han sido transmitidos a sus hijos, Franco Mauricio, de 30 años de edad, y Tania, de 32, quienes, a pesar de tener sus propias profesiones, apoyan a su padre en el negocio familiar. “Hemos sacado adelante este proyecto junto a mi compañera de más de 30 años”, expresa con orgullo.
El nombre del negocio
En otro aspecto, la “coherencia” es fundamental en la vida de Mauricio Pérez, quien ha construido su negocio, “Zapatero a tus Zapatos”, sobre este principio. Con más de 18 años de trayectoria, recuerda cómo surgió el nombre durante un viaje a la capital del país, cuando un sastre amigo le aconsejó que el nombre debía reflejar su esencia y el servicio que ofrece.
Después de esa conversación, consultó con un publicista que aprobó el nombre de inmediato. El sastre también destacó que debía ser memorable, como para que un turista de Londres quisiera tomarse una foto en su negocio. Este enfoque ha resultado en un gran reconocimiento en la comunidad y más allá. Además, su hermano, que inicialmente eligió un nombre diferente para su propia zapatería en Bogotá, decidió unirse a la marca de Mauricio.
La otra cara de la moneda
Mauricio Pérez compartió una anécdota sobre cómo fue víctima de un engaño al comprar muebles. Junto a su esposa, adquirió unos muebles en un negocio, pero al recibirlos, se dio cuenta de que eran de segunda mano. Realizó múltiples reclamos, primero, al dueño y luego a la Superintendencia de Industria y Comercio y la Dian, pero la falta de respuesta lo llevó a desistir. Así, se quedó sin los muebles y sin el dinero.
A pesar de esta experiencia negativa, la historia de Mauricio y su negocio “Zapatero a tus Zapatos” resalta la importancia de la coherencia y la autenticidad como valores personales y claves para el éxito empresarial, convirtiendo su zapatería en un símbolo de confianza en la comunidad.