La Nación
La jugadita, pero del Alcalde 1 13 septiembre, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

La jugadita, pero del Alcalde

Quien no recuerda la jugadita de Ernesto Macías y Alejandro Carlos Chacón, en la instalación de las sesiones ordinarias del Congreso de la república en el 2019. Conducta que fuera investigada, pero que finalmente, se concluyó en que ésta no constituía falta que mereciera reproche ético disciplinario.

Pues en esta ocasión, el turno es del Alcalde de Neiva. En un tiempo récord, ha dado la estocada final con la terminación de la herencia del anterior alcalde, de todos los cargos provisionales creados en reestructuración realizada en su momento. Se le califica de jugadita, porque contó con la anuencia de los Concejales que le aprobaron la nueva reestructuración Administrativa cristalizada mediante Decreto No. 428 del 22 de agosto de 2024 en el marco de las facultades que estos le otorgaron en el Acuerdo No. 002 de 2024 del Concejo Municipal y posteriormente adoptada mediante Decreto No. 0429 del 23 de agosto de 2024; la cual se concretó con los actos administrativos expedidos el 23 de agosto de los corrientes que declararon  el retiro del servicio de los funcionarios vinculados por nombramiento provisional por supresión del cargo.

También, por cuanto a toda máquina, por no decir máxima velocidad, se les remitió a los representantes de los sindicatos el estudio técnico exprés que soportaba la nueva estructura orgánica de la alcaldía y el proyecto de Decreto que la establecía, para que en un término de dos (2) días hábiles de recibido el correo electrónico, si a bien lo tuvieran, realizaran las observaciones pertinentes. Por su puesto, estas no llegaron masivamente para sentar su voz con los futuros afectados. Como dice la canción, no fue uno, ni fueron dos, ni fueron tres las resoluciones que pusieron fin a las vinculaciones en provisionalidad.

En un Estado, donde el presidente de la república actual ha mantenido un discurso de buscar la formalización laboral, y donde ha mantenido al ministerio de trabajo arduamente ocupado para que esto pueda lograrse, en un ente territorial, de orden local, más bien se produce esta hecatombe. Algunos la llaman masacre laboral. Prefiero dejarla en el campo de la jugadita. No expidió todos los actos administrativos de supresión de los cargos, por tener pendiente, como primer aspecto, una consulta que efectuaran los representantes del sindicato al fallo que ya había emitido el contencioso con relación a la reestructuración que hiciera el alcalde Gorki en su mandato. Cómo segundo, tampoco de los que tienen fueron sindical y les ampara el hecho de no ser despedidos o terminada su vinculación hasta que no se tramite la autorización ante un juez. Y, por último, los casos de especial protección del Estado (pero estos se cuentan con los dedos de una mano). Varias lecturas sobre el tema. No sólo la jurídica. No le apuesto a que sólo se trate de sacar los de un bando para poner los propios. Hay mucho más. Como demandas también. Y derechos en juego.