Una mujer dedica su tiempo y energía a trabajar desinteresadamente con habitantes de la calle. Una mujer dedica su tiempo y energía a trabajar desinteresadamente con habitantes de la calle. MARIO PORTILLO LA NACIÓN, NEIVA Semanalmente Theo Bahamón López o ‘Mamá Theo’, como la llaman de cariño las personas a las que ayuda, visita un centro de rehabilitación y apoyo para los habitantes de la calle y dona un desayuno comunitario para todas las personas que se acercan al lugar. Desde hace 12 años, esta maestra huilense dejó las aulas y se dedicó de lleno a realizar su labor social. ‘Mamá Theo’ trabaja con habitantes de la calle desde que hacía parte del voluntariado local de la Defensa Civil. Desde allí con un grupo de mujeres se tomaron la tarea de ofrecer un bocado de comida ocasionalmente en los hogares de paso. “Me reuní con unas mujeres del voluntariado y por ahí cada mes íbamos a un hogar de paso y les brindábamos alimento a los habitantes de la calle. Luego se diluyó el grupo de mujeres, pero yo ya estaba convencida de que debía continuar con mi labor, por eso me mantengo incansable trabajando con estas personas”, comentó la señora Theo. Vocación Su vocación de servicio la descubrió desde el ejercicio como maestra, especialmente cuando en un momento de su vida, fue nombrada para trabajar en la cárcel de Neiva, educando a los reclusos. “La experiencia en la cárcel me mostró la necesidad de trabajar con los menos favorecidos, pero también el amor que tengo hacia el servicio para con los demás. Desde ahí supe y reafirmé que quería ayudar a gente desamparada”, señaló la mujer. Según la señora Theo, su labor es desinteresada y la realiza porque para ella todos los seres humanos merecen respeto y trato digno. “Yo lo único que busco es ayudar a estas personas para que salven su vida, y lo hago porque el hecho de que hayan caído a la calle, no quiere decir que sean personas despreciables o como mal llaman algunos “desechables”. Son seres humanos iguales a nosotros; nadie está exento de tener un pariente cercano con esta problemática”, indicó la señora Theo. ‘Mamá Theo’ La sensibilidad de esta mujer y la dedicación que acompaña su trabajo, han hecho que las personas a las que llega con su obra, se encariñen con ella y la vean como a una madre. No obstante, es conocida por quienes ayuda y por la mayoría de personas en general como ‘Mamá Theo’. “Desde hace años me llaman ‘Mamá Theo’, y para mí es motivo de orgullo, porque me identifico con ese nombre. Además fue construido por las personas a las que decidí ayudar con mi labor social. En mi trabajo, me he topado con reclusos o habitantes de la calle que me abrazan y me dicen que soy su madre adoptiva, porque sus mamás biológicas les niegan su amor. No me importa que huelan a feo o estén desarreglados, para mí es muy especial poder brindarle afecto a una persona de estas que tanto lo necesita”, finalizó la mujer.