Cada 6 de enero, el mundo cristiano celebra la Epifanía del Señor, un momento significativo que marca la llegada de los Reyes Magos a Belén, tal como nos narra el Evangelio de San Mateo. En el departamento del Huila, esta festividad se vive con especial fervor, donde tradiciones familiares y creativas iniciativas comunitarias transforman la celebración en un espacio de convivencia y diálogo.
Hoy, el mundo cristiano rememora un acontecimiento que trasciende la historia y la fe: la Epifanía del Señor o el Día de los Reyes Magos, que se celebra todos los 6 de enero. Documentado en el Evangelio del apóstol San Mateo, esta festividad recuerda la llegada de los Reyes Magos a Belén, quienes, guiados por una estrella, proclamaron la llegada del salvador: “¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarlo”. Este momento no solo señala el reconocimiento de Jesús como el Hijo de Dios, sino que también representa un símbolo de esperanza y unidad entre los pueblos.
En el departamento del Huila, la Epifanía se vive con especial intensidad. La influencia de las tradiciones familiares y la sabiduría de los abuelos han mantenido viva esta celebración, convirtiéndola en un espacio propicio para el diálogo y la convivencia familiar. Las comunidades opitas han encontrado en esta festividad una oportunidad para fortalecer el turismo local y hacer que la celebración cobre vida en un ambiente de creatividad y unidad.
Un ejemplo destacado de esta celebración se lleva a cabo en el corregimiento de La Jagua, en el municipio de Garzón. Allí, la comunidad ha trabajado en conjunto con la administración municipal para crear “La Jagua es un Pesebre”, un evento que transforma el paisaje local en un escenario monumental que recrea diversos pasajes de la historia sagrada. Desde Belén hasta Egipto y Roma, los artesanos han dado vida a un pesebre a gran escala que invita tanto a turistas como a lugareños a caminar por sus calles, sumergiéndose en la narrativa de la Navidad. Este pesebre, que abrió sus puertas el 8 de diciembre de 2024, se despide hoy con la llegada de los Reyes, quienes dejarán sus ofrendas al Rey de la humanidad.
Otra comunidad que también celebra con fervor es la de la Parroquia Central de San Agustín, donde los fieles, en colaboración con los párrocos, han montado un pesebre napolitano lleno de simbolismo. Este pesebre no solo representa el nacimiento de Jesús, sino que también incorpora elementos de la realidad política, social y ambiental de la región. A medida que se aproxima la llegada de los Reyes Magos, la comunidad se prepara para recibir a Melchor, Gaspar y Baltazar, interpretados por personas de carne y hueso que entregarán regalos a Jesús en medio de eventos culturales que se realizarán hoy a las seis de la tarde.
La historia de los Reyes Magos
La historia de la Epifanía es rica y profunda. Según los relatos bíblicos, los Reyes Magos, provenientes del Oriente, llevaron consigo tres regalos: oro, incienso y mirra. Cada uno de estos obsequios tiene un significado especial. El incienso, una ofrenda que solo se le hacía a Dios, simboliza la divinidad de Cristo. La mirra, utilizada para embalsamar, señala su humanidad y la misión que tendría en la tierra. El oro, un regalo destinado a los reyes, destaca el reconocimiento de Jesús como el rey de los judíos.
Es importante señalar que la llegada de los Reyes Magos al pesebre no ocurrió el mismo día del nacimiento de Jesús, sino trece días después, lo que marca el inicio de la Epifanía. Este evento no solo se celebra en el ámbito religioso, sino que ha evolucionado para convertirse en una festividad cultural que une a las familias y comunidades en torno a la tradición.
Guía espiritual
A lo largo de los años, el Día de Reyes ha mantenido su esencia, adaptándose a los cambios sociales y culturales, pero sin perder su significado espiritual. Los niños esperan con ansias esta fecha, ya que se les promete la llegada de los Reyes Magos con regalos, en un reflejo de la generosidad y la alegría que caracteriza a esta época del año.
En el Huila, la Epifanía trasciende el ámbito religioso, convirtiéndose en una celebración que une a las familias y comunidades. Las tradiciones, los pesebres y las festividades culturales se entrelazan para crear un ambiente de alegría y esperanza. El Día de los Reyes Magos, ante todo, es una celebración de la humanidad y de la promesa de un futuro mejor, donde la luz de la estrella de Belén siga guiando a los hombres hacia la paz y la unidad.