Para Rosetta Forner, conferencista y escritora sobre temas de género, la frase “todos los hombres son iguales” no tiene sentido alguno. “Es imposible. En lo único que se parecen es en que todos son humanos. Sin embargo, sí hay estereotipos aplicables a una gran mayoría. En mi último libro, ‘Piensa como un hombre, siente como una mujer’, destaco hasta 13 tipologías diferentes”, explica ella. Y habla de las diferencias mujer/hombre, que con frecuencia se desatan en conflictos irreconciliables. Así habló para el diario español ABC.
¿Pecan las mujeres de no ponerse en el lugar de los hombres y esperar muy frecuentemente que hagan las cosas a su manera?
Sí, pero no las mujeres en su conjunto, sino la mujer inmadura, la que tiene tendencia a vivir como una niña con derechos, pero sin responsabilidades. El día que esa mujer madure, asumirá su responsabilidad y ya no le pedirá ni reprochará al hombre que no la haga feliz porque, en realidad, nadie, excepto uno mismo, te puede hacer feliz. A la mujer inmadura o damisela le es muy cómodo seguir acusando y quejándose de que su pareja no le hace feliz, en vez de tomar las riendas de su vida. A estas mujeres les viene muy bien todos los estereotipos de que los hombres no sienten, no padecen… porque es una cortina de humo que utilizan para disimular que ellas son incompetentes a nivel emocional.
En la sociedad actual, nos da la impresión de que hay más mujeres inmaduras porque hacen mucho ruido. Y muchas se suman a ese carro creyendo que les va a ir bien.
¿Qué se puede hacer para que cambien su actitud?
Me he encontrado con muchos casos de mujeres que echan la culpa de su infelicidad a su relación con los hombres. La primera pregunta que les hago, y que les duele mucho, es ¿cómo contribuyes, por acción y por omisión, a este resultado de tu vida que no te gusta? Su rápida reacción es: «¡Yoooooo, pero si el problema está en él! El hombre inmaduro también reacciona con la misma respuesta; echa el balón al tejado de su pareja. Las soluciones están en uno mismo, no en que el otro cambie.
¿Es también parte del problema la falta de comunicación entre ambos?
Es un cúmulo. Un problema es que uno acuse al otro y se queje con demasiada frecuencia, otro que se deje de expresar lo que uno piensa y siente, y otro, básico desde el día cero de la relación, es que uno mismo no se pregunte cómo me gusta que me amen y cómo no me gusta que lo hagan y cuál es mi estilo de amar. A partir de las respuestas es como podemos saber si la persona que tenemos al lado cumple con esos requisitos. Todo eso supone un trabajo que la gente no está dispuesta a hacer.
¿Por qué?
Porque no viven el amor. Viven el miedo. Prefieren pertenecer al club del redil y tener pareja como sea. No debe ser así. Muchas personas, en vez de esperar a tener la persona que le hable al alma, una relación de respeto…, montan “pymes emocionales” porque así les es más sencillo no estar solos, compartir pagos del alquiler, tener niños… En definitiva, tener una familia de pin y pon.
Cuando una persona hace el análisis que mencionaba y se da cuenta de que quiere algo mejor, ¿opta por buscar otra pareja o por intentar que cambie la que tiene?
Es un gran error que un hombre o mujer intente que su pareja cambie su actitud. Las personas no cambian, evolucionan como un proceso interior en el viaje de la vida. Si una persona no te quiere, déjala en paz.
Sí, pero ¿es una tendencia mayoritaria de las mujeres el no sentirse queridas y valoradas por los hombres?
Efectivamente, es un problema cultural y que la mujer, de tanto usar este argumento como coartada, lo ha convertido en una verdad. La mujer no se siente valorada por el hombre porque no se valora a sí misma. Si tienes claro quién eres y crees en ti, tú no sacarás el dedo para apuntar que él no te valora. Si tú crees en ti y alguien no te valora, debes analizar la razón y, si al tercer intento estratégico no consigues lo que quieres, pues lo mejor es dar carpetazo al asunto. La mujer inmadura persiste en el intento. Es lo malo del síndrome de la mujer maltratada, que no asume que él es malo y no cambiará. Pero, lo peor de lo peor es que no asuma que ella es la dueña de su destino y que no tiene que quedarse ahí, con él. El que no te valora el primer día no lo hará después de tres años. El hecho de que no te quieran o no te valoren no significa que no valgas, simplemente significa que la otra persona ejerce su pensamiento a su libre albedrío.
¿Resulta absurdo buscar a la pareja perfecta?
Perfecto no hay nadie, si amas a uno lo amas con todos sus matices (que no defectos, porque lo que son defectos para uno, para otro son virtudes). Querer a una persona supone ser tolerante, generoso, ponerse en el lugar del otro.
“La mujer no se siente valorada por el hombre porque no se valora a sí misma. Si tienes claro quién eres y crees en ti, tú no sacarás el dedo para apuntar que él no te valora”