El cuerpo humando sin duda es un verdadero lienzo para el arte; fotografía, tatuajes, perforaciones y pintura corporal reafirman esta idea, donde los artistas buscan despertar emociones en los espectadores.
Uno de los trabajos que sin duda genera mayor atención debido a su trabajo y a la complejidad de sus detalles es el body painting o pintura corporal, el cual no es para nada nuevo, pues tiene sus orígenes en el época de la prehistoria, donde el hombre aplicaba pigmentos con el objetivo de reafirmar su identidad en su grupo, establecer una relación a su ambiente o para prepararse para alguna ceremonia.
Este arte tiene su éxito en que si bien presenta un cuerpo desnudo, no se atenta contra el “sentido del pudor que prevalece en algunas culturas”. En Neiva, el artista Christian Tovar realizó un trabajo en este aspecto que fue captado por el lente de Francisco Olaya, director Ejecutivo en Atarraya Films en Puerto Bucanero, tattoo lounge & art gallery.
Colores vivos y detalles únicos hacen de este trabajo uno de los mejores en las artes plásticas.
Vencer el pudor del desnudo es uno de los objetivos de este arte.
Tiempo, pulso y creatividad son algunos de los aspectos de este trabajo.
En los diseños son recurrentes la temática de lo fantástico; pinturas de mimetismo o camuflaje.
En el body painting se usan tintes naturales, como la henna, o con sustancias químicas no siempre inocuas.
La pintura corporal reapareció en Occidente a finales del siglo XX.
La aplicación de colores hacen que se resalten los rasgos de los modelos.
El body painting y el cuerpo como expresión artística y cultural.