El gobierno de Gustavo Petro presentó recientemente la Política Nacional de Drogas 2023-2033, denominada ‘Sembrando vida, desterramos el narcotráfico’. Busca, según el mismo gobierno, priorizar la salud pública, la garantía de los derechos humanos y las libertades de las personas.
Públicamente, el gobierno Petro ha explicado que la Política de Drogas “da prioridad al cuidado de la vida y del ambiente, poniendo en primer lugar los derechos humanos, la salud pública y el fortalecimiento de la paz, y en su formulación participaron, por primera vez en la historia de Colombia, las comunidades y los territorios directamente afectados por el tráfico ilícito de drogas”.
Concretamente, la nueva Política se propone “reducir a casi la mitad la producción de cocaína en el país, afectar las finanzas ilícitas, reducir la deforestación anual y bajar sustancialmente las emisiones de CO2 a la atmosfera, apoyándose en dos pilares principales: Oxígeno, dirigido a los territorios, las personas y los ecosistemas afectados por el mercado de drogas ilegales; y Asfixia, enfocado a las estructuras criminales que generan violencia y se lucran en mayor proporción de esta economía ilícita”.
En varios escenarios y dentro de este nuevo lineamiento, el presidente Petro ha planteado “no satanizar la hoja de coca y sacarla de la lista de sustancias prohibidas para que pueda ser utilizada en la industria y contribuir en la sustitución de economías ilícitas en regiones como el Valle de Micay, Cauca”.
Las acciones que se propone en esta Política Nacional de Drogas son bienvenidas, pero su éxito dependerá de que tan eficaz será el gobierno en ponerlas a andar. Muchos documentos redactados en los fríos escritorios de los ministerios en Bogotá se quedan en eso porque plantean objetivos y metas que chocan con la realidad en las regiones.
Qué tanto esta Política de Drogas servirá, por ejemplo, para acabar con el microtráfico de estupefacientes, una problemática que afecta al ciudadano del común en barrios, comunas y municipios. La inquietud está planteada.