La administración de German Casagua hizo oficial una reestructuración administrativa al interior de la Alcaldía de Neiva como parte de un plan para estabilizar las finanzas municipales, maltrechas por los incrementos en los gastos de funcionamiento durante la era de su antecesor Gorky Muñoz Calderón, quien, equivocadamente, convirtió la administración municipal en una ‘fábrica’ de empleo.
La reorganización fue avalada por el Concejo Municipal, que mayoritariamente, cedió sus facultades y le entregó a Casagua ‘súper poderes’ para que la llevara a cabo, emitiendo los Decretos 0428 y 0429 de 2024. El derecho era que el Alcalde pusiera a consideración de los concejales los cambios que implementaría, pero no fue así.
Si bien el mandatario de los neivanos ha sido claro desde el principio con la ciudad que tal reorganización conllevaría a un recorte de puestos de trabajo, que a su juicio consideraba innecesarios y al mismo tiempo onerosos para las finanzas locales, han surgido inquietudes sobre la forma en que Casagua desarrolló tal ‘remezón’, que incluyó el despido de 120 personas.
Algunos concejales han salido a ‘lavarse las manos’ frente al despido masivo de empleados argumentando que las facultades que ellos otorgaron era para determinar la estructura de la administración municipal y no para crear, suprimir o fusionar cargos, en tanto que otros han guardado silencio. Mientras tanto, representantes de trabajadores sindicalizados han salido a advertir que detrás de la reestructuración han sido despedidas personas con fueron sindical, en ‘retén social’ y con otro tipo de protección, lo que podría derivar en futuras demandas laborales y pagos de millonarias indemnizaciones. Esto último es particularmente grave porque podría ser peor el remedio que la enfermedad.
Ya es hora que el alcalde German Casagua le hable a los neivanos con claridad sobre los alcances en la implementación de la reorganización de la Alcaldía Municipal. Debe, entre otras cosas, garantizar que las finanzas no estarán en riesgo ante eventuales demandas.
Casagua tiene la palabra.