‘La situación de la salud es indignante’

Luego de recorrer un par de salas de espera de instituciones dedicadas a prestar servicios de salud en Neiva, LA NACIÓN constató el descontento y la rabia de algunos usuarios de EPS y clínicas. Luego de recorrer un par de salas de espera de instituciones dedicadas a prestar servicios de salud en Neiva, LA NACIÓN constató el descontento y la rabia de algunos usuarios de EPS y clínicas. Los ciudadanos manifestaron que las demoras en la atención para acceder a los servicios y la falta de consideración en los distintos casos, son el pan de cada día cuando se acercan a gestionar un servicio o atención en salud. LA NACIÓN, NEIVA Para algunos ciudadanos, acceder a servicios de salud o adelantar trámites en las entidades respectivas, se ha vuelto todo un viacrucis. Las salas de espera para atención por urgencias o para solicitar autorizaciones de exámenes o medicamentos de las instituciones, permanecen llenas de usuarios que anhelan ser atendidos y alcanzar éxito en su gestión. Allí también se encuentran historias de ciudadanos indignados. En el recorrido, pasando por las instalaciones de la clínica de Emcosalud, se observó el caso de una mujer que con lágrimas en sus ojos, expresó la desesperación ante la falta de terapias para su nieta recién nacida. “Pertenezco al Régimen Subsidiado y a la EPS Solsalud. Tengo un problema porque mi nieta se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos de Emcosalud. Hoy está cumpliendo 15 días de nacida, la niña necesita terapias porque nació con problemas en los pulmones y en todos estos días no se las han hecho y ya ha tenido cuatro crisis en estos días. Incluso ayer el médico que la trata tuvo una discusión con el jefe y las enfermeras, porque no se había gestionado la terapeuta para mi nieta y otra paciente. La solución ha sido mantenerla entubada y el médico dijo que esa no era la vía, que las pacientes necesitaban las terapias. La atención no ha sido la mejor y el dictamen del médico es que la niña está grave”, comentó Ruth Pérez. Asimismo, la mujer manifestó que ninguna enfermera ha proporcionado información sobre el estado de salud de su nieta. Luego de la entrevista, Ruth se encontraba a la espera de resultados de exámenes y adelantaba el trámite para el traslado de su nieta al Hospital Universitario de Neiva. Al final de la tarde, la menor entró en estado crítico, el neumólogo nunca llegó y la terapeuta apareció cuando ya la niña había sido remitida al hospital. Urgencias En la sala de espera de urgencias del mismo lugar, un hombre recién operado tras un accidente de tránsito, y su esposa, contaban resignados los minutos mientras el ortopedista que debía revisar al paciente aparecía para atenderlo. El hombre estaba acostado en las bancas de la sala, manifestando dolor en su extremidad inferior, pues según su esposa, no lo habían querido dejar en observación. “Mi esposo se llama Danny Galvis y somos afiliados a la EPS Solsalud. Él fue operado hace unos días porque tuvo una fractura en la pierna derecha y hoy vinimos por urgencias porque él ha tenido mucho dolor. Le hicieron una limpieza porque tenía la pierna inflamada y le estaba saliendo materia. El médico de urgencias lo vio y le dijo que lo iba a remitir con el doctor de Ortopedia y entonces que teníamos que esperar a que el señor llegara. El médico lo vio sobre la 1:00 p.m. y ya han pasado tres horas y nada que llega el ortopedista. Y lo más indignante es que así como está, lo sacaron a esta sala de espera. A él le tuvieron que hacer implante de piel, tiene platinos y como siete clavos y así lo sacaron y que toca esperar, que no hay de otra. La atención es muy mala, acá atienden bien a los maestros pero a los demás usuarios no; es indignante ver la situación de la salud en Colombia”, expresó Leidy Marcela Rincón. LA NACIÓN trató de dialogar sobre los casos expuestos con el coordinador Médico de la clínica Emcosalud, Virgilio Pérez, pero su secretaria personal afirmó que el funcionario no se encontraba en la institución. Largas esperas De la misma forma y pasando por la EPS de Comfamiliar, se apreció el caso de una joven madre que con su hijo en brazos, refirió las excesivas demoras presentadas en dicha entidad para reclamar una autorización para un examen del menor. “Soy afiliada de la EPS Comfamiliar. Llegué antes de la 1:00 p.m. por una autorización para un examen de mi hijo y sólo luego de tres horas me atendieron. Había mucha gente y pocas ventanillas atendiendo. No hay prioridad para las embarazadas, los ancianos, ni para una que tiene un niño en brazos, es muy mala la atención, a uno lo atienden con fichas y eso es muy demorado. Yo vine el lunes y me tocó estar tres horas sentada esperando para que me dieran una ficha y me dijeran que debía volver hoy por la autorización. Antes era bueno el servicio, pero de hace un tiempo para acá lo han desmejorado”, expresó Ana Fernanda Celis. En el mismo lugar y en medio de una sala repleta de usuarios, una mujer con artritis manifestaba su descontento por la no entrega de un medicamento para manejar la enfermedad. “Tengo artritis hace 15 años y antes me tocó meter tutela para que me dieran la medicina sin bregar y el servicio estaba muy bueno. Pero este mes he tenido dificultades. Desde el 27 de junio metí papeles para que me dieran la medicina y me dijeron que volviera en cuatro días y nada. Hoy me recibieron los papales y estoy esperando a ver qué me dicen. En estos momentos tengo los dedos torcidos y eso se debe a la falta del medicamento. Antes no era tan mala la atención, la han desmejorado”, precisó Mery Quintero. Comfamiliar Frente a las situaciones referidas por los usuarios, Esperanza Velandia, coordinadora Regional de la EPS Comfamiliar, emitió sus apreciaciones. “Respecto al suministro nosotros entregamos los medicamentos en el mismo momento en que se da la autorización. No hay demora ninguna, lo puedo asegurar. Frente al tema de las esperas para las autorizaciones, nosotros hemos tenido un incremento de afiliados desde el momento de la unificación del POS que inició el primero de julio, por lo tanto esta semana abrimos dos ventanillas más, con dos autorizadoras para disminuir el tiempo de espera de los afiliados. Ese tiempo de espera lo vamos a medir esta semana, a ver si con esas dos personas es suficiente y si no, entonces viene la segunda medida que es cumplir la Ley Antitrámite que dice que el afiliado no debería estar en la EPS. Esto es una relación entre el prestador y nosotros, y luego informamos al afiliado sobre la evolución de su trámite por medio telefónico. Ya estamos adelantando las gestiones para implementar esta estrategia con los prestadores, y posteriormente nos daremos en la tarea de socializarlo con los afiliados”. Danny Galvis optó por recostarse en las bancas de la sala de urgencias de la clínica Emcosalud, mientras aguardaba por la llegada del ortopedista que debía revisarlo. En la sala de espera de la EPS Comfamiliar, algunos usuarios se mostraron molestos ante las demoras en la atención.