La pandemia del coronavirus ha acabado con la vida de millones de personas en el mundo. En Colombia la cifra es alarmante y en el Huila asciende a 650 víctimas mortales. Que sea esta la oportunidad para rememorar a los seres queridos que han fallecido.
No hay nada que la llegada de la pandemia no haya logrado cambiar. El fallecimiento de un ser querido, además de dolor estaba acompañado de un funeral y para el caso de los católicos, de una celebración eucarística para posteriormente llevarlo a su destino final.
Sin embargo, las autoridades de Salud del país y del mundo han recomendado acatar una serie de medidas que hoy en día impiden que este ejercicio se lleve a cabo en su totalidad.
Desafortunadamente, son más de 650 las personas que han fallecido en el departamento del Huila como consecuencia de la covid-19. Decenas de familias que no han tenido la oportunidad de darle el último adiós a alguno de sus seres queridos.
En la conmemoración de todos los fieles difuntos que se celebra mañana, que sea la oportunidad para elevar plegarias por aquellos que han acabado su vida terrenal.
Para los católicos, se trata de una conmemoración, un recuerdo que la Iglesia hace en favor de todos los que han muerto, pero aún no pueden gozar de la presencia de Dios, porque están purificando, en el purgatorio, los efectos que ocasionaron sus pecados.
La labor de las funerarias
Contrario a lo que muchas personas pensarían, las funerarias han sufrido una leve crisis económica. Los costos de sepultura y cremación subieron y el gran número de protocolos que deben cumplir hacen que los gastos se incrementen.
De acuerdo con Jerson Reinaldo Acevedo Moreno, coordinador de Servicios de la Funeraria Cristo Rey, si una persona fallece de covid el costo de su sepultura es de un millón de pesos; en otro caso, es de $600.000. Las cremaciones que tenían un valor aproximado de 1.050.000, quedaron en 1.490.000.
Las personas que realizan todo el proceso para llevar el cuerpo hasta su destino final, deben utilizar doble traje antifluido, al igual que dos tapabocas y guantes. Los vehículos son forrados en todo su interior con papel para reducir los riesgos de contagio.
Lamentablemente, debemos afrontar la pandemia con responsabilidad, cumplir con las medidas de bioseguridad es la única salida para no caer en esta mortal enfermedad que tiene en jaque a todo el planeta. Es importante tener en cuenta que estamos viviendo una etapa histórica, es el momento de llevar un mensaje a la comunidad de la importancia de tener un plan de previsión exequial que brinde “tranquilidad y confianza” en esta coyuntura de angustia colectiva.