La Nación
La transformación del ESMAD 1 20 septiembre, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

La transformación del ESMAD

Con la llegada del nuevo gobierno del presidente Petro, la Fuerza Pública ha estado en la mira para la realización de significativos cambios, que la lleven a ser un cuerpo que respete los derechos humanos y sirva como instrumento de paz.

Para tal fin, el gobierno nombró como Ministro de Defensa a un reconocido jurista defensor de derechos fundamentales. También realizó una “purga” con la salida de altos mandos oficiales e inició discusiones para pasar la Policía al Ministerio del Interior.

El último cambio importante se centró en el Escuadrón Anti Disturbios –ESMAD-, el cual ha sido objeto de múltiples denuncias por excesos cometidos, principalmente en las protestas ciudadanas del año 2021.

Esta unidad de intervención adscrita a la Policía Nacional, fue creada en 1999 con la misión de controlar los disturbios ciudadanos, así como restablecer el orden y la seguridad.

Desde su creación ha recibido fuertes críticas por el uso excesivo de la fuerza y por sus tácticas violentas para disolver concentraciones, como el uso de escopetas calibre 12, una de las cuales acabó con la vida del joven Dilan Cruz en las manifestaciones de 2021. Por este tipo de actuaciones, los observadores de derechos humanos de las Naciones Unidas le exigieron transformaciones.

La metamorfosis se empezó a materializar con el cambio de nombre: ya no será ESMAD, sino Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO). Bajo la nueva política Institucional, esta unidad deberá privilegiar el diálogo, tolerar las agresiones verbales y hacer uso de la fuerza como último recurso, dependiendo del nivel de agresividad que se presente.

El temor que existe en amplios sectores ciudadanos es su posible desprotección frente a actos violentos en el ejercicio del derecho a la protesta y que no exista eficacia en la acción policiva, tal como ocurrió con el ataque a la Catedral Primada de Bogotá realizado por defensores del derecho al aborto. Ahora el reto de la Policía es demostrar un equilibrio en el manejo del orden público, respetando los derechos fundamentales y haciendo respetar el derecho de los demás.