Convocados por Asocapitales y la Federación Nacional de Departamentos, los alcaldes de ciudades capitales y los gobernadores del país se congregaron esta semana en la ciudad de Pereira, Risaralda, desde donde han enviado un nuevo mensaje de preocupación en torno a la exacerbada violencia en varias regiones colombianas, entre ellas el Huila.
Unánimemente, los mandatarios locales y departamentales acordaron solicitar al Gobierno Nacional “el levantamiento inmediato de los acuerdos relacionados con el cese bilateral al fuego en todos aquellos departamentos donde los grupos armados organizados (Gao/Gaor) despliegan una escalada violenta. Igualmente, se enfatiza que la eventual suspensión de los acuerdos debe tener como fundamento la real situación de orden público a nivel nacional y las recurrentes acciones violentas de los Gao Eln, Gaor Estado Mayor Central, Gaor Segunda Marquetalia y Gao Clan del Golfo, en las diferentes regiones del país”.
Los mandatarios han dejado claro que “hasta ahora la suspensión de operaciones militares ha permitido el fortalecimiento de dichas organizaciones ilegales, la instrumentalización de las comunidades y la ocupación de nuevos espacios para el aumento de economías ilícitas”.
También le han pedido al presidente Petro que “amplíe el espectro y las voces en esos diálogos de paz de manera que los gobernadores y los alcaldes de ciudades capitales tengamos mayores espacios de participación en ellos e incidencia real en potenciales acuerdos dentro del marco de la Constitución, la ley y el Estado de Derecho”.
Los alcaldes y gobernadores representan la voz de las regiones y este no es el primer llamado que ellos hacen sobre la violencia que sacude a varias zonas del territorio colombiano. Por tanto, el Gobierno de Gustavo Petro debe hacer una pausa, sentarse a hablar con ellos y encontrar consensos.
El presidente Petro, quien siempre se ha quejado de que las decisiones se tomen desde los escritorios en Bogotá, no puede hacer oídos sordos al clamor local y regional.