Alberto Méndez de 62 años de edad, vive en la calles desde hace tres meses. Asegura que su familia le quitó el respaldo y lo dejó a la voluntad de los corazones caritativos de Pitalito. LA NACIÓN, PITALITO Alberto Méndez de 62 años de edad, vive en la calles desde hace tres meses. Asegura que su familia le quitó el respaldo y lo dejó a la voluntad de los corazones caritativos de Pitalito. Caminado por la ciudad, encontró como refugio una caseta, en donde están los baños públicos de la playa diagonal a las empresas públicas. Méndez, a pesar de su avanzada edad se dedicó al reciclaje para sobrevivir. Sus compañeros han sido el frío, el hambre, la indiferencia y el dolor constante que le origina una hernia. Pero asegura que su dolor más profundo es el que nace del alma, por el abandono que en él se encuentra sumido y que aguantó con impotencia. “Estoy muy enfermo y no tengo ningún tipo de carnet de salud. Hasta hace dos meses pasaba el día con una comida diaria que me daban en los restaurantes para las personas de las tercera edad, pero ese programa se terminó… ahora me alimento de vez en cuando”, manifestó. Gestión solidaria Este panorama fue puesto en evidencia por parte de los medios de comunicación local, que presentaron la difícil situación del adulto mayor. Sígner Riasgos, edil de la Comuna Tres, inició las gestiones para mejorar la calidad de vida de Méndez y encontró el respaldo de instituciones estatales y de la empresa privada. Un trabajo interinstitucional que se desarrolla en el Valle de Laboyos para mejorar la calidad de vida de los indigentes, observó la actual residencia de este anciano. Su colchón es un montón de papeles, plásticos y cartones recogidos durante este tiempo. El habitante de la calle tuvo la revisión médica que requería y le entregaron los medicamentos para sus padecimientos, mientras se efectúa la operación de la hernia con el respaldo de la Secretaría de Salud laboyana. El adulto mayor fue vinculado a una Administradora del Régimen Subsidiado, tras la gestión con diferentes establecimientos comerciales. Además recibió ropa, útiles de aseo y 80 mil pesos en efectivo. “Nos sentimos muy contentos de iniciar está labor a favor de las personas desarraigadas en la Comuna Tres. Con el respaldo de las diferentes instituciones beneficiaremos a otras personas que también están en similares condiciones. Mi anhelo es que el alcalde Pedro Martín Silva incluya en el Plan de Desarrollo un programa especial para la atención de los indigentes, para sacarlos de las calles y brindarles una mejor calidad de vida”, dijo Sígner Riasgos.