Un hombre al que debían realizarle una intervención de próstata, denunció la desatención que vivió en la Clínica Uros donde no le ejecutaron la cirugía.
Un hombre al que debían realizarle una intervención de próstata, denunció la desatención que vivió en la Clínica Uros donde no le ejecutaron la cirugía.
LA NACIÓN, NEIVA
Lixberth Ruíz vivió en carne propia un viacrucis para acceder a una intervención de próstata que le había sido ordenada meses atrás. Acudió puntual a la fecha en la que le habían programado la cirugía en la Clínica Uros, pero ahí inició su calvario cuando por primera vez le fue aplazado el procedimiento. La situación se presentó en dos ocasiones, cuando luego de estar canalizado en la sala de espera de cirugía, fue devuelto para su casa sin mayor explicación por parte de la clínica. Finalmente, la intervención no le fue realizada.
El hombre que es usuario de la Nueva EPS, inicialmente fue citado en la Clínica Uros el 20 de febrero del presente año para realizarle una resección transuretral de próstata, ante una anomalía que presentó ese órgano del paciente. Ese día enfermeras de la entidad le indicaron que su cirugía había sido aplazada para el 8 de marzo, debido a una avería que presentaban algunos equipos a utilizarse en el procedimiento.
Espera
El hombre se retiró hacia el municipio de Rivera, de donde es oriundo. El jueves 8 de marzo se presentó en ayunas a la clínica sobre las 12:00 del día. A las 4:00 de la tarde lo ingresaron al vestier y a las 6:00 fue canalizado. Cerca de las 8:00 de la noche y sin haber probado bocado alguno, fue abordado por una enfermera del lugar quien le indicó que la cirugía era aplazada por falta de camas y porque además el médico encargado del procedimiento ya había abandonado la clínica.
“El día acordado me presenté en ayunas, esperé hasta las 8:00 de la noche, cuando una enfermera de la clínica me dijo que no me podían operar, porque no habían camas y porque el médico Javier Osorio Manrique que me iba a atender, ya se había ido. Lo mismo le dijeron a cinco personas más que estaban a la espera de ser atendidos; finalmente, me citaron para el otro día”, señaló el hombre.
El viernes 9 de marzo, Lixberth regresó a la clínica a las 7:00 de la mañana. Le indicaron que regresara a las 11:00 y allí empezó otra etapa del viacrucis. “Volví al otro día en ayunas y me presenté antes de la hora que me habían dicho. Cuatro horas después, a las 3:00 de la tarde me llamaron al vestier e inmediatamente me canalizaron porque dijeron que el médico estaba por llegar y en cualquier momento me operaba.
Esperé ahí y como hasta las 8:00 de la noche, ingresaron a otro paciente para el mismo procedimiento que me iban a hacer a mí. Sobre las 9:00 vino el jefe de enfermería y me dijo que no podían realizarme la operación ese día, porque no había camillas y ya estaba tarde. Traté de hablar con el médico Osorio, pero el señor no quiso darme la cara, se fue de la clínica”, expuso Lixberth.
Indignación
Ante la situación repetitiva y la no prestación del servicio, Lixberth Ruíz decidió adelantar el trámite respectivo ante su EPS, para solicitar que la cirugía que requiere sea adelantada en otra entidad y llevada a cabo por otro profesional de la salud.
“Yo me siento indignado con esta situación que me ha tocado vivir con la Clínica Uros y con el médico Javier Osorio Manrique, yo necesito que me hagan la cirugía porque es prioritaria para mi salud, pero esa gente no se conduele de los usuarios, es irresponsable y al parecer es costumbre, porque entre las personas que también estaban esperando ser atendidos conmigo, se escuchaba que eso ya había pasado antes. En esa sala de espera se observan personas que se desmayan esperando el turno para la cirugía. El slogan de esa clínica dice ‘Para ti sólo tenemos soluciones’, pero yo creo que es mentira, para mí no las hubo”, concluyó el hombre.
Uros
LA NACIÓN buscó a la gerente de la Clínica Uros, Claudia Marcela Cabrera, para conocer su respuesta frente a la denuncia del ciudadano, pero la funcionaria indicó a través de su secretaria que no se referiría sobre el tema y señaló que el médico Javier Osorio Manrique se pronunciaría frente a la situación. Este medio visitó el consultorio particular del galeno, pero este manifestó por medio de funcionarias del lugar, no tener espacio en su agenda para atender una entrevista.
Larga espera por una cirugía
Un hombre al que debían realizarle una intervención de próstata, denunció la desatención que vivió en la Clínica Uros donde no le ejecutaron la cirugía.
LA NACIÓN, NEIVA
Lixberth Ruíz vivió en carne propia un viacrucis para acceder a una intervención de próstata que le había sido ordenada meses atrás. Acudió puntual a la fecha en la que le habían programado la cirugía en la Clínica Uros, pero ahí inició su calvario cuando por primera vez le fue aplazado el procedimiento. La situación se presentó en dos ocasiones, cuando luego de estar canalizado en la sala de espera de cirugía, fue devuelto para su casa sin mayor explicación por parte de la clínica. Finalmente, la intervención no le fue realizada.
El hombre que es usuario de la Nueva EPS, inicialmente fue citado en la Clínica Uros el 20 de febrero del presente año para realizarle una resección transuretral de próstata, ante una anomalía que presentó ese órgano del paciente. Ese día enfermeras de la entidad le indicaron que su cirugía había sido aplazada para el 8 de marzo, debido a una avería que presentaban algunos equipos a utilizarse en el procedimiento.
Espera
El hombre se retiró hacia el municipio de Rivera, de donde es oriundo. El jueves 8 de marzo se presentó en ayunas a la clínica sobre las 12:00 del día. A las 4:00 de la tarde lo ingresaron al vestier y a las 6:00 fue canalizado. Cerca de las 8:00 de la noche y sin haber probado bocado alguno, fue abordado por una enfermera del lugar quien le indicó que la cirugía era aplazada por falta de camas y porque además el médico encargado del procedimiento ya había abandonado la clínica.
“El día acordado me presenté en ayunas, esperé hasta las 8:00 de la noche, cuando una enfermera de la clínica me dijo que no me podían operar, porque no habían camas y porque el médico Javier Osorio Manrique que me iba a atender, ya se había ido. Lo mismo le dijeron a cinco personas más que estaban a la espera de ser atendidos; finalmente, me citaron para el otro día”, señaló el hombre.
El viernes 9 de marzo, Lixberth regresó a la clínica a las 7:00 de la mañana. Le indicaron que regresara a las 11:00 y allí empezó otra etapa del viacrucis. “Volví al otro día en ayunas y me presenté antes de la hora que me habían dicho. Cuatro horas después, a las 3:00 de la tarde me llamaron al vestier e inmediatamente me canalizaron porque dijeron que el médico estaba por llegar y en cualquier momento me operaba.
Esperé ahí y como hasta las 8:00 de la noche, ingresaron a otro paciente para el mismo procedimiento que me iban a hacer a mí. Sobre las 9:00 vino el jefe de enfermería y me dijo que no podían realizarme la operación ese día, porque no había camillas y ya estaba tarde. Traté de hablar con el médico Osorio, pero el señor no quiso darme la cara, se fue de la clínica”, expuso Lixberth.
Indignación
Ante la situación repetitiva y la no prestación del servicio, Lixberth Ruíz decidió adelantar el trámite respectivo ante su EPS, para solicitar que la cirugía que requiere sea adelantada en otra entidad y llevada a cabo por otro profesional de la salud.
“Yo me siento indignado con esta situación que me ha tocado vivir con la Clínica Uros y con el médico Javier Osorio Manrique, yo necesito que me hagan la cirugía porque es prioritaria para mi salud, pero esa gente no se conduele de los usuarios, es irresponsable y al parecer es costumbre, porque entre las personas que también estaban esperando ser atendidos conmigo, se escuchaba que eso ya había pasado antes. En esa sala de espera se observan personas que se desmayan esperando el turno para la cirugía. El slogan de esa clínica dice ‘Para ti sólo tenemos soluciones’, pero yo creo que es mentira, para mí no las hubo”, concluyó el hombre.
Uros
LA NACIÓN buscó a la gerente de la Clínica Uros, Claudia Marcela Cabrera, para conocer su respuesta frente a la denuncia del ciudadano, pero la funcionaria indicó a través de su secretaria que no se referiría sobre el tema y señaló que el médico Javier Osorio Manrique se pronunciaría frente a la situación. Este medio visitó el consultorio particular del galeno, pero este manifestó por medio de funcionarias del lugar, no tener espacio en su agenda para atender una entrevista.
Foto 1 Sergio Reyes
Pie/ Al parecer, situaciones como la ocurrida con este ciudadano son frecuentes en la Clínica Uros.
Foto 2 Suministrada
Pie/ En esta imagen se observa a Lixberth canalizado, en espera de ser ingresado a sala de cirugía.