La Nación
“Las encuestas no pueden predecir el futuro” 1 16 septiembre, 2024
ENTREVISTA

“Las encuestas no pueden predecir el futuro”

El gerente general de la firma encuestadora Cifras y Conceptos, César Caballero, habla con LA NACIÓN y abre el debate sobre la necesidad de mejorar la regulación de las encuestas. “Hay un volumen de encuestadoras que crean solo para los procesos electorales regionales”, advierte. El exdirector del Dane dice que las encuestas para las elecciones presidenciales de 2026 son prematuras.

Jesús Antonio Rojas Serrano

editorgeneral@lanacion.com.co

“Las encuestas sirven para reflejar la realidad de un momento”. Así lo asegura el gerente general de la firma encuestadora Cifras y Conceptos, César Caballero, autor del libro “El poder de las encuestas y su incidencia en el proceso electoral colombiano”, y quien en esta entrevista con LA NACIÓN, abre el debate sobre la necesidad de mejorar la regulación de las encuestas en el país.

¿Qué poder tienen las encuestas hoy en el país?

Mucho. La plata, los operadores políticos y los medios de comunicación siguen a las encuestas. Normalmente, si a un candidato le va bien en las encuestas, va a conseguir plata con mayor facilidad, los operadores políticos se les van a acercar porque ellos quieren estar siempre con el ganador, y los medios de comunicación, a pesar de que intentan cubrir a todos, priorizan a los candidatos que van adelante. Jesús Antonio, por ejemplo, en una contienda a la Gobernación del Huila, hay 10 o 12 candidatos y LA NACIÓN quiere hacer un debate con 5 o 6, probablemente, el mejor criterio que van a buscar para hacerlo, es invitar a quienes van adelante en las encuestas. El poder de las encuestas es muy grande, realmente.

Pero, ¿las encuestas miden la realidad o terminan metiéndoles la mano para influir en la opinión pública?

Buena pregunta. Evidentemente, miden la realidad, pero al hacerlo crean hechos políticos. Es cierto, no lo puedo negar, y en esto tengo una discrepancia con mis colegas, las encuestas publican y una vez publicadas generan hechos políticos y estos hechos políticos generan nuevas realidades. Esto es algo que debemos entender y aceptar y es parte de las dinámicas que ocurren en los procesos electorales. Y es tan sencillo como esto: si mañana sale una encuesta con un candidato que no tenía en la cabeza y empieza a marcar, no necesariamente de primero, eso se empieza a convertir en una realidad política. Esto no quiere decir que las encuestas definan las campañas. Es un elemento más que ayuda a formar la decisión de los ciudadanos para votar. Por lo tanto, insisto, las encuestas tienen enorme poder porque generan hechos políticos que tienen incidencia en el proceso electoral.

¿Y esa capacidad para generar hechos políticos es bueno o es malo?

Jesús Antonio, yo creo que es bueno porque, en últimas, una encuesta bien hecha refleja la voz del ciudadano común y de alguna manera muestra los anhelos de la sociedad sobre sus deseos de mejoramiento, de cambio o de continuidad. Yo considero que uno de los aportes de las encuestas es ese. Pero, por ejemplo, no creo que podamos afirmar que las encuestas definen las elecciones. Las encuestas no definen las elecciones. Son uno de los instrumentos que utilizan los actores para tomar decisiones y en medio de esas decisiones se produce el resultado electoral. Yo no creo que una encuesta pueda definir el futuro de unas elecciones, pero es uno de los insumos utilizados por los ciudadanos. En el sistema electoral colombiano, las encuestas no son el único elemento; el cubrimiento de los medios de comunicación es otro, la manera como los operadores políticos toman decisiones y las reglas de juego que hay en Colombia que estimulan cierto tipo de campañas más largas que otras.

¿A qué atribuye que algunos hablen mal de las encuestas? ¿Por qué hay gente que dice que son fácilmente manipulables?

La industria de las encuestas le aporta a la democracia, pero tiene que ser consciente que está bajo el escrutinio público, estamos en duda porque la sociedad, así como cuestiona y duda frente a otros estamentos e instituciones de poder, también puede cuestionar y dudar de las encuestas. Nosotros tenemos una responsabilidad frente a eso y está bien que la ciudadanía haga preguntas. Lo que pasa es que hemos vendido una idea, que es equivocada, y es que las encuestas pueden predecir el futuro. Lo digo en primera persona porque yo he cometido ese error. Nada puede predecir el futuro del comportamiento social de los seres humanos. Las encuestas no pueden predecir el futuro, pero muchas veces hemos caído en la tentación de decir que nuestra encuesta sí es capaz de hacerlo. Eso ha vendido una mala idea de para qué son las encuestas.

¿Está bien si yo digo que las encuestas sirven para retratar un momento y marcar una tendencia?

Jesús Antonio, las encuestas sirven para reflejar la realidad de un momento. Son para eso. Y son muy buenas y es un elemento de juicio para que los ciudadanos y los actores políticos tomen decisiones respecto al proceso electoral. Hay que recordar que la decisión del voto no es la única decisión de los procesos electorales. Está la decisión de los financiadores de dónde poner la plata, está la decisión de los medios de a quién cubren más o no, está la decisión de los partidos políticos de a quiénes darles respaldo o no. Todos ellos, sin excepción, tienen en cuenta las encuestas para tomar su decisión. No digo con esto que sea el único, pero sí es uno de los elementos con los cuales se toma la decisión de a quien apoyar o por quien votar.

¿Cómo se hace una buena encuesta?

Lo primero, es evitar los sesgos en la formulación de las preguntas. Desafortunadamente, algunas empresas en la industria de las encuestas no lo hacen de manera juiciosa. Este es uno de los criterios más importante a tener en cuenta. El objetivo es que la manera en que son formuladas las preguntas no influya en la decisión de la respuesta de las personas. Y otra cosa importante: las encuestas deben tener muestras amplias que controlen el universo. Creo que el estándar oro siguen siendo las encuestas cara a cara, en una combinación con otras formas de recolectar la información. Pero, una buena encuesta tiene varios de esos elementos.

La pregunta del millón, ¿una encuesta se puede manipular?

Si. Sí se puede manipular. Jesús Antonio, lo que pasa es que una buena encuesta o una encuesta hecha de manera seria es muy difícil manipularla. Pero, por ejemplo, hay 56 personas que han insinuado que quieren aspirar a la Presidencia de la República; ninguna firma encuestadora puede meter los 56 nombres y tiene que escoger a algunos; el solo hecho de escoger algunos y no meterlos a todos, implica una decisión que no necesariamente busque manipular. Creo que las firmas encuestadoras serias del país no manipulan las encuestas, pero como en toda industria, hay encuestadoras buenas, regulares y malas.

Alguna vez alguien planteó que el problema es que hay mucha encuestadora de garaje, ¿usted cree lo mismo?

Si. Hay un volumen de encuestadoras que crean solo para los procesos electorales regionales y locales y allí hacen un ejercicio muy poco profesional. La firma es sancionada o se cierra, pero en el siguiente proceso electoral, curiosamente, el mismo personaje y en la misma dirección, con otro nombre, crea una firma encuestadora. Eso ha sucedido y es parte de lo que sucede en la realidad colombiana. Por eso, creo que hay que mejorar la regulación sobre encuestas.

Usted ha consolidado durante la última década el Panel de Opinión como el estudio que mide a los alcaldes y gobernadores tras consultar a los líderes de opinión en las regiones, ¿cómo lo ha logrado?

Es un estudio serio que con los varios años que lleva nos permite hacer un seguimiento. Presentar los resultados con enorme transparencia, es parte de eso. Estamos por estos días recogiendo la información para la nueva versión del Panel de Opinión de este año. En Cifras y Conceptos, somos conscientes de la responsabilidad social que como encuestadores tenemos. Lo voy a decir con claridad: yo no creo que las encuestas sean neutrales, eso no quiere decir que sean siempre para manipular. Eso quiere decir que el encuestador tiene que ser consciente de que debe ser transparente y riguroso.

Además de los mandatarios regionales y locales, en el Panel de Opinión preguntan por el Presidente de turno, ¿cómo cree que le va a ir al presidente Gustavo Petro?

Yo creo que no le va a ir tan bien como le fue en la del año anterior; nosotros presentamos los resultados del año pasado y los comparamos con el primer año del presidente Duque y del presidente Santos. El actual Gobierno se está desgastando y en principio, a partir de otras encuestas que hemos hecho y las de otros colegas, yo diría que lo normal y lo natural es que el gobierno tenga un desgaste frente a los líderes de opinión.

¿Cree prematuro hacer en estos momentos una encuesta de cara a las elecciones presidenciales de 2026?

Creo que hay estudios que se pueden hacer, pero encuestas no. Se pueden hacer otro tipo de análisis. Para una encuesta de intención de voto, estamos demasiado lejos. Yo he venido sosteniendo que en Colombia las elecciones presidenciales son a cuatro vueltas: la primera, cuando los partidos políticos se deciden y se sabe los que van a recoger firmas. La segunda vuelta será cuando haya consultas interpartidistas el día que elegimos Congreso; la tercer vuelta será en mayo, el día de las elecciones; y la cuarta vuelta es en junio cuando se lleve a cabo la segunda vuelta de las elecciones.

¿Prematuro o inútil?

Inútil no, pero sí prematuro. La campaña de alguna manera ha empezado a despuntar. Los que tienen una intención seria ya empezaron a trabajar. Las encuestas internas tienen mucho sentido, pero las encuestas de intención de voto para medios de comunicación son prematuras.

 Para cerrar y a partir de su experiencia como encuestador, ¿cómo hacer para que a un gobernante le vaya bien en una medición?

Es esencial que no tengan escándalos de corrupción. En los líderes de opinión, los temas de corrupción son castigados con mucha fuerza. Y lo segundo, que tengan una marca o un propósito general de su administración, es decir, que haya un norte y un propósito identificable, bien sea porque piensan hacer un ejercicio importante en educación, transporte o seguridad; sí requieren tener lo que llamarían un ‘trademark’.