María Consuelo Plazas Serrato
Uno de los efectos adversos en el marco de la crisis sanitaria en nuestro país, se halla relacionado con la pérdida de vidas humanas, aunado a la profunda crisis socioeconómica que impacta un sinnúmero de hogares. No obstante, hay un grupo de víctimas ocultas e ignoradas de las que poco o nada se habla: Los animales.
Desde el inicio de la pandemia, entre las razones para “legitimar” el abandono de animales de compañía figuraba, entre otras, la falsa percepción de que las mascotas podrían ser transmisoras del virus; la imposibilidad económica para su mantenimiento o, sencillamente, que durante el aislamiento preventivo se trataba de un “estorbo” en el hogar.
La situación es tan grave, que de acuerdo con estimaciones del Departamento Nacional de Planeación, para el mes de marzo del presente año, en las calles de las principales ciudades del país se encontraban deambulando alrededor de dos millones de perros y gatos. Por si fuera poco y no por eso menos preocupante, en lo que va corrido de 2021 los casos de maltrato animal se vienen incrementado de manera progresiva.
A manera de ejemplo y según lo divulgado por el Grupo de Enlace de Urgencias Veterinarias y Maltrato Animal, durante el 2020 se registraron a través de la línea de atención a emergencias un total de 29.419 eventos relacionados con animales. De estos, 10.252 correspondían a maltrato animal. Tal el caso de un perro que fue lanzado al vacío en Antioquia, otro desmembrado por su dueño en el Valle o el estremecedor evento de una perrita en Norte de Santander que fue cosida con alambres por sus dueños para evitar que se reprodujera, por citar solo algunos.
A raíz de la gravedad de la situación y en aras de lograr una respuesta oportuna y eficaz en las investigaciones por denuncias asociadas con el delito de maltrato animal, -Ley 1774 del 2016- a finales de 2019 la Fiscalía General de la Nación creó el “Grupo Especial para la Lucha Contra el Maltrato Animal (GELMA)”, conformado por 38 Fiscales a nivel nacional, con el fin de encauzar las más de 2.000 denuncias recepcionadas.
Pese a ello, la protección de los animales se constituye en un imperativo social. Todos somos corresponsables de su cuidado y protección, pero también de generar conciencia respecto de la importancia de combatir cualquier forma maltrato animal, pues como bien lo dijera Charles Darwin “No hay ninguna diferencia fundamental entre los humanos y los animales en su capacidad de sentir placer y dolor, felicidad y miseria”.
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