En el oriente alto de Neiva se ubica uno de los barrios más significativos en el nacimiento de la ciudad. Las Palmas fue un remanso de paz que hoy en día se ve opacado por la delincuencia. En el oriente alto de Neiva se ubica uno de los barrios más significativos en el nacimiento de la ciudad. Las Palmas fue un remanso de paz que hoy en día se ve opacado por la delincuencia. A través del liderazgo comunal se busca contribuir con la recuperación social de este sector. Vanessa Díaz Piedrahita LA NACIÓN, Neiva Luis Arnulfo Castro es el presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Las Palmas Uno y secretario de la Asociación de Presidentes de la Comuna 10 de Neiva. Este hombre es un líder de raza y quien siempre ha gestionado obras por el bien de este sector de la ciudad. Fue uno de los primeros fundadores de este representativo barrio y pieza clave para la construcción de la ‘Neiva’ que conocemos hoy. Sin embargo, la preocupación es evidente pues nada queda de aquel angelical lugar donde las prácticas rurales estaban por doquier. Hoy, Las Palmas se ha convertido en un ‘infierno’ hasta para sus propios habitantes. La alegría que siente Luis Arnulfo al transportarse hasta esos días en que con las uñas, junto a sus vecinos construyeron cada sendero y levantaron cada muro de sus viviendas, se refleja en una brillante sonrisa que parece esfumarse al palpar la actual realidad. Los asesinatos, las riñas callejeras y los hurtos han sido protagonistas, hasta el punto que son el referente para los demás opitas. La delincuencia: el infierno El pasado 11 de febrero un escalofriante episodio de intolerancia dirigió los ojos de la comunidad neivana sobre este sector. En un intento de robo a plena luz del día, padre e hijo fueron asesinados por dos jóvenes que pretendían hurtar el dinero de su tienda. Según Castro, este hecho consternó principalmente a los vecinos que conocían de cerca a esta familia. “Hace 15 días tuvimos un terrible suceso en la cuadra donde murieron dos vecinos, padre e hijo, precisamente por la inseguridad que se vive no solo aquí sino en toda la ciudad. Es lamentable porque se trata de un tema que se ha apoderado no solo de esta comuna, si hacemos parte del problema tenemos que hacer parte de la solución”. De igual modo sostiene que en la intimidad de su vivienda, esta familia ha tratado de sobreponerse al dolor. “Ellos han estado muy encerrados dentro de su propio drama, sin embargo en la comunidad hemos tratado de ayudarlos en lo comunitario y lo amigable. Los vecinos le prestamos el apoyo de reanimación, pero lamentablemente es una realidad que se debe afrontar”. ‘Necesitamos organizarnos’ A raíz de esto, los ediles de la Comuna 10 y los directivos de la Junta de Acción Comunal se han reunido con el visto bueno del párroco de la iglesia Nuestra Señora de Fátima, Carlos Andrés Quiceno Merchán, quien está comprometido con la labor social y de recuperación de estos jóvenes. “Hemos mirado desde el fondo esta problemática social y determinamos que vamos a pedir a la Administración Municipal y al Concejo de Neiva presencia en la realización de una audiencia pública que desarrollaremos tratando directamente el tema de seguridad”, aseguró el dirigente comunal y cívico. No cabe duda que la delincuencia se manifiesta a través de muchas situaciones, pero el núcleo familiar es el más afectado, por ello el líder barrial insiste en la necesidad de trabajar partiendo de este punto. “El desempleo es un factor decisivo para generar inseguridad, pues los muchachos no tienen que hacer. Necesitamos que nos organicemos para ayudar a solucionar este problema, porque es algo de todos: de Administración Municipal, de padres de familia, de líderes. La idea es llegar a estas familias vulnerables desde donde se está viviendo ese foco de delincuencia para acompañarlas, no para atacarlas”. …Por recobrar el paraíso Los líderes de la Comuna 10 están confiados en que este oscuro panorama puede cambiar y a ello le están apostando. “A los ediles Gonzalo de aquí de Las Palmas y Miguel de Los Colores, les ha llegado la buena noticia de que un grupo de jóvenes de la parte baja del sector, denominada ‘la media luna’, quieren entregar sus armas pero buscan que a través de la administración y de las empresas se les ponga a hacer algo”, destaca. Luis Arnulfo insiste en que los líderes han venido trabajando mancomunadamente y reconoce que por medio del deporte y de actividades lúdicas/ culturales, estos niños y jóvenes empiezan a cambiar la forma de vida que llevan, y sirven de ejemplo para las nuevas generaciones. “Se pueden hacer muchas cosas buenas por nuestros jóvenes, pues vemos que no tienen empleo. El hambre y la situación los obliga a cometer delito. No se trata de ir contra estos niños y jóvenes que empiezan a delinquir, pues así se aumenta el problema social y la agresividad, se trata es de cómo se puede ayudar”. Y es que esta labor de liderazgo se remonta a 1974, cuando solo existían 15 viviendas unifamiliares construidas en diferentes materiales. “Nos tocaba venirnos del Jardín a pie porque no había transporte. Vi nacer el barrio y vi crecer toda la Comuna. Sé que hay gente buena y que podemos salir adelante, pero no de forma represiva sino de forma consiente teniendo en cuenta que el problema es social”, agrega. Actualmente este presidente busca recuperar de la calle, de las drogas y de las malas compañías a los más pequeños de su comunidad. Organiza campeonatos de fútbol y microfútbol en varias categorías buscando que los menores vean en el deporte una opción sana de vida. Muchos de estos pequeños llegan sin guayos, ni uniformes. Algunos procedentes del Asentamiento Álvaro Uribe Vélez, llegan así sea sin desayuno pero con ‘las pilas bien puestas’ para demostrar sus habilidades en el balompié. “Muchos de estos jóvenes tienen mucho talento y deberían ser observados con lupa pues podrían ser el futuro del fútbol huilense”, asegura, confiado. Niños y jóvenes de este sector vulnerable de Neiva han encontrado en el deporte la alternativa para no caer en la drogadicción y la delincuencia juvenil.